Las previsiones económicas del Departamento de Economía del Gobierno Vasco indican un crecimiento sostenido en la economía vasca, acompañado de una creación de empleo constante y un consumo en aumento.

El Departamento de Economía, Trabajo y Empleo del Gobierno Vasco ha presentado nuevas proyecciones económicas que muestran un crecimiento sostenido en la economía de Euskadi de aquí a 2026.

Según las estimaciones, se prevé que la economía vasca cierre el año 2024 con un incremento del 2,2% y continúe expandiéndose a un ritmo del 2,1% en 2025 y del 1,8% en 2026.

Estas cifras representan una revisión al alza de una décima en comparación con las proyecciones anteriores, impulsadas por un desempeño mejor de lo esperado en 2024 y cambios en el contexto macroeconómico.

El Departamento reconoce que estas previsiones se elaboraron antes de que se anunciaran nuevos aranceles por parte de la administración Trump, por lo que no se han considerado sus posibles efectos en la economía vasca.

Sin embargo, se espera que la economía se mantenga equilibrada y enérgica, con un crecimiento que podría superar al de varios países europeos. Las expectativas son optimistas, con un Euribor previsto en torno al 2,4%, en comparación con el 2,8% anteriormente estimado. Esta reducción de tipos de interés contribuirá a una mayor formación bruta de capital y un incremento del consumo familiar.

Para el periodo 2025-2026, se prevé un crecimiento robusto, cimentado por una demanda interna que crecerá un 2,3%, lo que representa un avance de dos décimas respecto a lo estipulado en diciembre.

Este aumento en el consumo de las familias se debe a la reducción de la inflación y los tipos de interés, así como a la creación de empleo y aumentos salariales.

Desglosando por sectores, el crecimiento del valor añadido de la industria se estima en un 1,1% para 2025, con una mejora trimestral que aumentará desde un 0,6% en el primer trimestre hasta un 1,7% en el último.

El sector de la construcción también muestra signos de dinamismo, impulsado por la moderación en los costes de las materias primas y un robusto desempeño en el sector inmobiliario, con proyecciones de crecimiento del 2,7% en 2025 y del 2,2% en 2026, superando el crecimiento del PIB en ambos años.

Los servicios se perfilan como el motor de la economía vasca, con tasas de variación del 2,3% este año y del 1,7% el siguiente. Se espera que la evolución de este sector sea estable, con un crecimiento sostenido por servicios relacionados directamente con el consumo privado y empresarial.

Por otro lado, el crecimiento de los precios también se anticipa como algo superior a lo previsto en diciembre, sitúando el deflactor del PIB en un 2,4% este año y moderándose al 2% el año siguiente, impulsado por la resistencia de ciertos servicios y la debilidad esperada del euro.

La inflación podría hacer que el PIB nominal alcance un crecimiento del 4,5% en 2025, moderándose al 3,8% en 2026.

En términos de empleo, se estima que este año la creación de nuevos puestos alcanzará un 1,5% para los trabajos equivalentes a tiempo completo, lo que se traduce en aproximadamente 15.000 nuevos empleos. Esto permitirá una reducción de la tasa de desempleo del 7,4% en 2024 al 7,0% este año, y al 6,7% el próximo. Sin embargo, se anticipa una mayor llegada de nuevos demandantes de empleo, lo que dificultará una reducción más significativa del desempleo.

Las proyecciones actuales no consideran aún las posibles repercusiones de los aranceles, aunque se espera que el crecimiento de la economía vasca se sustente en la demanda interna y mantenga un equilibrio saludable entre sus diferentes sectores.