La revista 'Ekonomiaz' analiza en su último número cómo la digitalización, la inteligencia artificial y la participación cultural están transformando la economía de la cultura en Euskadi, resaltando los retos y oportunidades actuales.

En el contexto actual, el sector cultural en Euskadi experimenta una profunda transformación impulsada por avances tecnológicos y cambios en los hábitos de consumo.

La revista ‘Ekonomiaz’, una publicación de referencia en análisis económicos desde 1985, en su edición número 107, profundiza en cómo elementos como la digitalización, la inteligencia artificial y la participación social están redefiniendo la economía de la cultura en la región.

El capital cultural, entendido como la acumulación de bienes, conocimientos, habilidades y valores asociados a la cultura, se consolida como un elemento clave para fomentar el desarrollo económico y promover la cohesión social en Euskadi.

La reciente publicación, titulada “Economía de la cultura: participación y diversidad en un mundo digital”, agrupa once artículos que abordan diversos aspectos del sector desde múltiples perspectivas, incluyendo la creación, distribución, consumo y evaluación de políticas públicas culturales.

Uno de los enfoques principales del análisis es cómo la digitalización y la globalización han modificado las formas tradicionales de producción y consumo cultural.

Expertos como Juan Prieto-Rodríguez y Arantza Ugidos explican que, en la era digital, el acceso a contenidos culturales se ha democratizado significativamente, permitiendo que un mayor número de personas acceda a bienes culturales desde cualquier lugar y en cualquier momento.

Esta tendencia ha supuesto una oportunidad para aumentar la participación cultural, aunque también presenta desafíos en cuanto a la protección de derechos de autor y a la sostenibilidad económica del sector.

Por otro lado, el impacto de la inteligencia artificial en las industrias culturales también recibe una atención especial. Investigadores como Concetta Castiglione y Davide Infante analizan cómo en Estados Unidos y en otros países, la IA comienza a ser utilizada para personalizar experiencias culturales, crear nuevas obras y optimizar procesos de distribución.

Se estima que la adopción de estas tecnologías puede generar cambios disruptivos, creando nuevas oportunidades de negocio, pero también requiriendo una actualización constante de las habilidades profesionales del sector.

El turismo cultural, pieza fundamental en la economía vasca, también se ve beneficiado por estos avances tecnológicos. La arquitectura icónica, como la del Museo Guggenheim de Bilbao o la Bodega Marqués de Riscal en Elciego, atraen a millones de visitantes cada año y sirven como referente del turismo de calidad en la región.

El análisis de expertos como Beatriz Plaza Inchausti, Marisol Esteban Galarza y Ibon Aranburu Amiano revela que el valor económico del patrimonio cultural en Euskadi puede multiplicarse mediante estrategias innovadoras de promoción y gestión.

Además, la transmisión intergeneracional de hábitos culturales y el impulso a la lectura son aspectos que refuerzan la importancia del acceso cultural en la infancia y juventud.

Investigadores como José Ignacio Azuela Flores, Luisa Gutiérrez Navratil y María José Pérez Villadóniga destacan que fomentar la exposición temprana a la cultura ayuda a reducir desigualdades sociales y promueve la participación activa en actividades culturales a lo largo de toda la vida.

El análisis también aborda la inclusión de personas con discapacidad en el ámbito cultural, mostrando cómo la accesibilidad y la participación debenser garantizadas para todos.

Investigadores como Manuel Cuadrado García, María Luisa Palma Martos y Juan de Dios Montoro Pons señalan que las políticas inclusivas no solo benefician a las personas con discapacidad sino que enriquecen la oferta cultural y fortalecen la cohesión social.

Por último, la revista detalla aspectos relacionados con la relación entre patrimonio cultural y sentido de pertenencia, así como las condiciones laborales y económicos del personal que labora en el sector cultural en España.

Anna Villarroya Planas y Victoria Ateca Amestoy evidencian que, si bien el sector muestra un crecimiento, es necesario un mayor reconocimiento profesional y una mejora en las condiciones laborales.

La publicación de ‘Ekonomiaz’ con una trayectoria de casi cuatro décadas, continúa siendo una referencia para analizar la economía vasca desde un enfoque estructural, coyuntural y de innovación.

Sus análisis y recomendaciones buscan promover políticas culturales más inclusivas, sostenibles e innovadoras, esenciales para afrontar los desafíos del siglo XXI.

La revista está disponible en la web del Departamento de Economía, Trabajo y Empleo y contribuye a posicionar a Euskadi como un referente en la gestión y promoción de su patrimonio cultural y su economía creativa.

En cifras, la inversión en cultura en Euskadi se calcula en torno a 4 millones de euros anualmente, incluyendo gasto en infraestructuras, promoción y actividades culturales.

Este esfuerzo refleja la importancia que la región otorga a su capital cultural como motor de desarrollo y sostenibilidad, apostando por mantener su patrimonio vivo y adaptado a los nuevos tiempos."