El Gobierno Vasco destina 27,5 millones de euros a cinco iniciativas piloto para fortalecer la resiliencia del territorio ante los impactos del cambio climático en Euskadi, con énfasis en zonas costeras, ríos y humedales.
En la comunidad autónoma del País Vasco, el Gobierno Vasco ha anunciado una inversión cercana a 27,5 millones de euros —equivalente a aproximadamente 29 millones de dólares o 25 millones de euros a la tasa de cambio actual— destinada a ejecutar cinco proyectos piloto que buscan fortalecer la resiliencia del territorio frente a los efectos del cambio climático.
Este esfuerzo se enmarca dentro de las acciones que la región emprendió en torno a la celebración del Día Internacional contra el Cambio Climático, que se conmemora cada 24 de octubre.
Estas iniciativas forman parte de una estrategia más amplia llamada KAIA (Klima Aldaketaren InpaktuA), una medida pionera en Euskadi que coordina la Dirección de Patrimonio Natural y Adaptación al Cambio Climático, con el apoyo de diversas instituciones públicas y privadas, además de la colaboración técnica de AZTI, uno de los centros de investigación marítima y alimentaria más destacados del País Vasco.
El objetivo principal de KAIA es aumentar la capacidad de respuesta del territorio vasco ante fenómenos meteorológicos extremos, como inundaciones, olas de calor y aumento en el nivel del mar.
La región ha sido particularmente vulnerable en las últimas décadas, con un aumento aproximado de 20 centímetros en el nivel del mar desde 1800, y una tasa de aumento que se ha multiplicado en los años recientes, alcanzando los 3,5 centímetros por década desde los 90, lo que ha incrementado el riesgo de inundaciones y erosiones en zonas costeras.
Entre los proyectos destacados, se encuentra la reforma de la costa en Zarautz, donde se remodelará la zona de Narros-Munoa, incluyendo análisis del contorno y el diseño de soluciones para reforzar los accesos a la playa y proteger el sistema dunar.
La inversión en esta acción será de unos 4,5 millones de euros (aproximadamente 4,8 millones de dólares o 4 millones de euros en la actual tasa). La duración prevista para completar esta intervención será hasta diciembre de 2028.
En Bakio, se implementará un proyecto de adaptación centrado en la gestión de la marisma urbana y el bosque inundable en el río Estepona, con un presupuesto estimado de 3,05 millones de euros (unos 3,25 millones de dólares o 2,8 millones de euros).
Esta iniciativa, que tendrá un plazo desde 2025 hasta finales de 2026, busca reducir el riesgo de inundaciones y mejorar la biodiversidad local.
Otra intervención significativa tendrá lugar en Txingudi, donde se ampliará la marisma de San Lorenzo, se retirarán equipamientos deportivos y se estudiarán alternativas en el barrio de Mendelu.
Además, se evaluará la ampliación de las marismas de Jaizubia, con un presupuesto total de 10,5 millones de euros (unos 11,2 millones de dólares o 9,7 millones de euros) y un período hasta 2028.
En Vitoria-Gasteiz, se llevará a cabo la recuperación natural del meandro artificial de Astegieta, con el propósito de reducir su vulnerabilidad ante las crecidas y captar mejor las aguas de lluvia y de escorrentía.
El presupuesto para esta acción será de aproximadamente 4,1 millones de euros (4,4 millones de dólares o 3,8 millones de euros) y mantendrá su ejecución hasta finales de 2028.
Finalmente, en la cuenca del río Bilbao se desarrollará un proyecto para generar una gobernanza sólida, integrada por todos los agentes interesados, y abordar los efectos del cambio climático en esa zona.
Incluye soluciones basadas en la naturaleza en áreas como punta Kaiku y punta Zorroza, con una inversión de cerca de 5,9 millones de euros (6,3 millones de dólares o 5,4 millones de euros), prolongándose hasta diciembre de 2030.
La suma total de estas cinco iniciativas alcanza los 27,5 millones de euros, destinando recursos a mejorar la resistencia del territorio, la calidad de vida de sus habitantes y la biodiversidad en las zonas de intervención.
Además, estos proyectos refuerzan el compromiso de Euskadi con la lucha contra el cambio climático, en línea con la Ley 1/2024 de Transición Energética y Cambio Climático.
Los indicadores climáticos en Euskadi muestran cifras alarmantes, como un aumento de 3 °C en la temperatura media anual durante 2023 respecto a 1991-2020, y un incremento en la cantidad de fenómenos extremos, con 23 días de olas de calor en 2022, 75 noches calurosas en 2023 y 4 días con lluvias intensas.
Las mediciones también reflejan que el nivel del mar ha subido 20 centímetros desde el siglo XIX, duplicando la tasa de incremento en las últimas décadas.
Desde 1970, la temperatura en Euskadi ha experimentado un incremento de 0,3 °C por década, y los años 2022 y 2023 han sido los más cálidos registrados en la región.
En respuesta a estos cambios, la Semana del Clima y la Energía en Euskadi – ASTEKLIMA – promueve acciones para sensibilizar y movilizar a la ciudadanía, con eventos y campañas que buscan reforzar el compromiso colectivo frente a la emergencia climática.
Este conjunto de acciones ratifica que la comunidad vasca está trabajando activamente en la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático, siendo un ejemplo de liderazgo a nivel europeo en esta materia.
La inversión de 27,5 millones de euros refleja la prioridad que la región otorga a la protección de su entorno natural y a la seguridad de sus habitantes ante un futuro cada vez más cambiante.