Los vehículos eléctricos de segunda mano están ganando popularidad rápidamente, ofreciendo ventajas como menor depreciación y costos de mantenimiento reducidos. Sin embargo, existen aspectos clave que los compradores deben considerar, especialmente relacionados con la salud de la batería y el estado general del vehículo. Este artículo analiza las tendencias del mercado de EV usados, consejos para evaluar su estado y cómo aprovechar las mejores ofertas en el mercado europeo, donde los precios promedio de un EV usado se sitúan alrededor de 23.000 euros.

En los últimos años, la demanda de vehículos eléctricos de segunda mano ha experimentado un crecimiento exponencial en Europa. Supuestamente, esto se debe a la incrementada preocupación por el medio ambiente, el aumento en los precios de los coches nuevos y las mejoras tecnológicas que hacen que los EV usados sean una opción cada vez más atractiva para los consumidores.

Según datos presuntamente recientes, las ventas de EV usados en mayo de 2025 subieron un 32,1% en comparación con el año anterior, superando ampliamente a las ventas de vehículos nuevos en el mercado europeo.

Este fenómeno no es casualidad. La depreciación acelerada de los vehículos eléctricos en sus primeros años, que en promedio puede llegar a una pérdida de valor de hasta un 25% en los primeros tres años, hace que los EV usados sean una opción más asequible para quienes desean acceder a la movilidad eléctrica sin pagar el precio completo de un coche nuevo.

Además, en la actualidad, alrededor del 43% de los EV de segunda mano se encuentran por debajo de los 22.000 euros, lo que los hace especialmente populares entre los compradores con presupuestos limitados.

Otra ventaja significativa de los vehículos eléctricos usados es la posibilidad de adquirir modelos más recientes y con tecnología avanzada, ya que los precios de los EVs en el mercado de segunda mano suelen estar cerca o incluso por debajo de los coches con motor de combustión interna equivalentes.

Según supuestamente Liz Najman, experta en mercado automotor, aproximadamente el 45% de los EVs en venta en Europa corresponden a modelos de 2023 a 2025, lo que permite acceder a tecnologías más eficientes y con menor impacto ambiental.

Sin embargo, comprar un vehículo eléctrico usado requiere precaución, especialmente en lo que respecta a la salud de la batería, que es el componente más costoso de reemplazar.

Presuntamente, la garantía de ocho años o 160,000 kilómetros en las baterías todavía vigente en muchos modelos puede ofrecer tranquilidad, pero es fundamental verificar el estado real de la batería antes de cerrar la compra.

Para ello, existen servicios independientes como Recurrent Reports, que ofrecen un informe de salud de la batería similar a un informe de historial de vehículos.

En países como Alemania y Francia, varios concesionarios ya incorporan estas evaluaciones en sus procesos de venta, permitiendo a los compradores conocer la capacidad restante del pack de baterías y su eficiencia real.

Un consejo útil al evaluar un EV usado es realizar una prueba de conducción enfocada en el rendimiento de la batería. Se recomienda tomar fotografías del indicador de autonomía antes y después del recorrido, y verificar que la capacidad de carga sea la esperada. Además, solicitar que la carga no supere el 80% durante la prueba permite comprobar que el vehículo puede cargar correctamente en estaciones rápidas de nivel 3, muy comunes en Europa.

El estado de los neumáticos también es un factor clave, ya que los EVs tienden a desgastar sus neumáticos más rápidamente debido al torque elevado.

Es recomendable revisar el dibujo y la uniformidad del desgaste, y asegurarse de que se hayan realizado rotaciones periódicas.

Por último, no hay que olvidar verificar la integridad de los sistemas de conectividad y accesorios del vehículo, como la compatibilidad con aplicaciones móviles, y que todos los componentes adicionales, como cargadores y adaptadores, estén presentes y en buen estado.

En definitiva, la compra de un vehículo eléctrico usado en Europa puede ser una excelente inversión si se realiza con el debido cuidado y conocimiento.

La tendencia indica que cada vez más personas ven en estos autos una opción económica y ecológica, con beneficios que van desde menores costos de mantenimiento hasta una significativa reducción en las emisiones contaminantes.

Con las herramientas y precauciones adecuadas, adquirir un EV usado puede convertirse en una decisión inteligente para el presente y el futuro del transporte sostenible.