Las recientes consideraciones de tarifas por parte de Trump podrían agravar la escasez de medicamentos en Estados Unidos, afectando tanto a hospitales como a pacientes.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha indicado que está considerando implementar tarifas sobre semiconductores, productos farmacéuticos y acero, lo que podría tener un impacto significativo en el suministro de medicamentos en el país.

Este anuncio se produjo durante una conferencia de la Casa Republicana en el Trump National Doral en Miami, Florida.

Desde que comenzaron las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, el sector de la salud ha estado observando de cerca las posibles repercusiones de nuevas tarifas sobre los productos importados, especialmente aquellos que provienen de China, un proveedor clave de equipos médicos y medicamentos recetados.

Los analistas de salud y los fabricantes de medicamentos genéricos han advertido que una tarifa del 20% podría reducir los inventarios y aumentar los precios, lo que afectaría a hospitales, médicos y pacientes que acuden a las farmacias locales para obtener sus medicamentos.

China es el principal suministrador de ingredientes utilizados en la producción de medicamentos genéricos, y estadísticas indican que alrededor del 90% de las recetas llenadas en EE.UU. corresponden a estos medicamentos. Funcionarios de la Casa Blanca justifican las tarifas como una medida de emergencia, argumentando que son necesarias debido a que China no ha detenido el flujo de productos químicos que se utilizan para la producción de fentanilo, una droga ilícita.

Como respuesta, China ha afirmado que contrarrestará firmemente la presión ejercida por EE.UU.

Organizaciones que representan a los fabricantes de medicamentos genéricos y farmacéuticos de hospitales advierten que la presión financiera adicional de las tarifas podría agravar la ya problemática escasez de medicamentos.

Según John Murphy, presidente y CEO de la Asociación de Medicamentos Accesibles, "los fabricantes de genéricos simplemente no pueden absorber nuevos costos".

Este fenómeno podría llevar a los fabricantes a abandonar el mercado, dado que muchos de ellos ya operan con márgenes de ganancia extremadamente bajos.

La Sociedad Americana de Farmacéuticos de Sistemas de Salud ha señalado que los costos adicionales derivados de las tarifas, sumados a las penalizaciones aplicadas por la administración de Biden a las compañías farmacéuticas que aumentan precios más allá de la tasa de inflación, podrían empeorar aún más la escasez de medicamentos.

Antes de que se implementaran las tarifas, los farmacéuticos ya lidiaban con escasez de soluciones intravenosas, medicamentos para quimioterapia y otros fármacos esenciales.

Los grupos del sector han instado al gobierno federal a eximir de tarifas los ingredientes de medicamentos importados y los medicamentos recetados, pero hasta ahora, la administración Trump no ha concedido ninguna exención.

Aunque el impacto de las tarifas puede no ser inmediato, los expertos advierten que podría llevar varios meses antes de que las empresas farmacéuticas determinen cómo absorber los costos adicionales.

Algunos fabricantes podrían decidir que no vale la pena seguir produciendo medicamentos genéricos a precios bajos, lo que podría resultar en la discontinuación de productos esenciales.

La escasez de medicamentos no es un fenómeno nuevo; ha sido un desafío constante, exacerbado durante la pandemia de COVID-19. La American Society of Health-System Pharmacists reportó un pico de 323 medicamentos en escasez durante el primer trimestre de 2024, debido a diversas interrupciones en la producción, desde problemas climáticos hasta contaminación en fábricas.

Dada la dependencia de las empresas farmacéuticas estadounidenses de ingredientes que provienen de China e India, estas son particularmente vulnerables a cualquier interrupción en la cadena de suministro.

A medida que las tensiones geopolíticas entre EE.UU. y China continúan, algunas compañías farmacéuticas están adoptando estrategias para diversificar sus fuentes de ingredientes, buscando alternativas en otros países para evitar una mayor escasez.

Sin embargo, la transición hacia la producción nacional de medicamentos genéricos podría llevar años y enfrentar obstáculos económicos significativos.

La creciente fragilidad de la cadena de suministro es motivo de preocupación, ya que podría llevar a una crisis más profunda en el acceso a medicamentos esenciales.