Analizamos las razones por las cuales la acción de Tesla ha bajado aproximadamente un 20% en lo que va del año y qué factores podrían influir en su recuperación o caída futura. ¿Es recomendable comprar ahora o mejor esperar? Descubre los pros y contras de invertir en esta gigante de la movilidad eléctrica y la tecnología de inteligencia artificial.

A principios de este año, las acciones de Tesla (cotizando en la bolsa europea a través de su equivalente en euros, con un precio aproximado de 280 euros por acción) alcanzaban un máximo de alrededor de 370 euros.

Sin embargo, en los últimos meses, el valor de sus títulos ha mostrado una tendencia a la baja, situándose en torno a los 250 euros a mediados de junio.

Esta caída acumulada de aproximadamente un 30% ha generado dudas entre los inversores sobre si actualmente es un buen momento para comprar acciones de esta compañía líder en movilidad eléctrica y tecnología.

Para entender el contexto, hay que remontarse a la historia de Tesla, fundada en 2003 por Elon Musk, JB Straubel, Martin Eberhard, Marc Tarpenning y Ian Wright.

Desde sus inicios, Tesla se ha posicionado como una de las empresas más innovadoras en el sector de vehículos eléctricos, impulsada por la visión de Musk de transformar el transporte y la generación de energía sustentable.

La compañía ha logrado superar obstáculos financieros y de producción para consolidarse como una marca reconocida globalmente, con un valor de mercado que en su momento superó los 800 mil millones de euros.

Las razones detrás de la reciente caída de Tesla son múltiples. En primer lugar, la compañía ha enfrentado desafíos en la venta de sus vehículos tradicionales, con una reducción del 20% en los ingresos automotrices en el primer trimestre de 2025.

Esto se ha visto agravado por una serie de decisiones de Musk relacionadas con su participación en la política y su apoyo a iniciativas controvertidas, lo que ha afectado la percepción de la marca entre ciertos segmentos de consumidores.

Además, el mercado de vehículos eléctricos en Estados Unidos y Europa presenta signos de saturación, con una competencia cada vez mayor por parte de fabricantes chinos como BYD, que han logrado captar una mayor cuota de mercado en Asia y Europa.

La falta de infraestructura de carga y las fluctuaciones en los precios del petróleo también han influido en la ralentización de las ventas de Tesla.

No obstante, no todo es negativo. Musk ha reiterado su apuesta por el futuro de la robótica y los vehículos autónomos, sectores en los que Tesla ha realizado avances significativos.

La compañía planea producir 5,000 unidades de su robot humanoide Optimus este año, con la meta de alcanzar 50,000 en 2026. Los analistas de Morgan Stanley estiman que el mercado de robots humanoides podría valer hasta 5 billones de euros en 2035, y Musk confía en que Tesla logrará captar un 10% de esa cuota.

En cuanto a los vehículos autónomos, Tesla ha retrasado el lanzamiento de su servicio Robotaxi en Austin, Texas, pero continúa desarrollando tecnología que permitiría a los propietarios rentar sus autos sin conductor.

Este modelo de negocio podría abrir una fuente adicional de ingresos, aprovechando un mercado potencial de más de 2 billones de euros para 2030.

Por otro lado, existen riesgos considerables. La caída en las ventas tradicionales, la incertidumbre sobre la aceptación de sus nuevas tecnologías y la competencia extranjera representan obstáculos importantes.

La inversión en mercados emergentes como la robótica y la conducción autónoma aún es incipiente, y no hay garantías de éxito, lo que hace prudente adoptar una postura de espera.

Desde un punto de vista histórico, Tesla ha sido un ejemplo de cómo la innovación puede revolucionar industrias enteras, pero también muestra que la transformación requiere tiempo y una gestión enfocada.

La reciente caída en su precio puede ser vista como una oportunidad para inversores que confían en la visión a largo plazo de Musk, siempre y cuando estén dispuestos a asumir la volatilidad y los riesgos asociados.

En conclusión, si estás considerando comprar acciones de Tesla en estos momentos, sería recomendable analizar detenidamente sus perspectivas de crecimiento en robótica, vehículos autónomos y energías renovables.

La compañía necesita consolidar su recuperación en ventas tradicionales, mejorar su imagen de marca y demostrar que puede mantener el foco en sus objetivos de innovación.

Solo entonces, el momento será más propicio para invertir con mayor seguridad en esta gigante tecnológica que sigue marcando tendencia en el sector de la movilidad del futuro.