Las acciones de Tesla experimentaron un incremento cercano al 10% después de que la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) anunciara nuevas regulaciones que facilitan la implementación de vehículos autónomos. Mientras tanto, Elon Musk advierte que las restricciones en China podrían retrasar el desarrollo de su robot humanoide, en medio de un panorama en constante evolución en la industria automotriz y de tecnologías avanzadas.
Las acciones de Tesla han visto una subida significativa del 10% en la bolsa estadounidense tras el anuncio de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) de Estados Unidos, que ha aprobado una serie de cambios en las regulaciones para vehículos autónomos.
Estas modificaciones buscan acelerar la adopción de coches con sistemas de conducción avanzada, permitiendo a los fabricantes operar ciertos vehículos sin cumplir con algunos requisitos de seguridad previamente obligatorios.
La medida forma parte de una estrategia más amplia del gobierno estadounidense para posicionarse como líder en innovación tecnológica y mantener la competitividad frente a países como China, que ha estado invirtiendo fuertemente en tecnologías de movilidad autónoma.
El anuncio ha sido bien recibido por la industria automotriz y los inversores, ya que reduce las barreras regulatorias y facilita la entrada de nuevos modelos de vehículos autónomos en el mercado.
La nueva normativa permite, por ejemplo, que ciertos autos sin espejos retrovisores o con otros elementos no estándar puedan circular en carreteras estadounidenses, siempre que cumplan con otros criterios de seguridad.
Además, se reducirá la obligación de reportar accidentes menores, lo que simplifica los procesos para las empresas tecnológicas y automotrices.
Esta medida llega en un momento en que Tesla, bajo la dirección de Elon Musk, continúa desarrollando su software de conducción autónoma, conocido como Full-Self Driving.
Sin embargo, la compañía también enfrenta desafíos regulatorios y de seguridad. La Administración de Seguridad en el Tráfico en Carreteras ha estado revisando las operaciones de Tesla tras un accidente fatal ocurrido en 2023, lo que ha generado cierta incertidumbre sobre el futuro del sistema de conducción autónoma de la compañía.
Por otro lado, Elon Musk ha señalado que las tensiones comerciales y regulatorias en China podrían afectar el desarrollo de uno de sus proyectos más ambiciosos: el robot humanoide.
Musk afirmó que la suspensión por parte del gobierno chino en la exportación de ciertos imanes de tierras raras, esenciales para la fabricación de componentes electrónicos avanzados, podría retrasar los planes de Tesla para lanzar estos robots en el mercado global.
China es uno de los principales productores de tierras raras a nivel mundial, y su control sobre estas exportaciones ha sido motivo de preocupación para varias industrias tecnológicas.
Históricamente, Tesla ha invertido más de 90 mil millones de euros (unos 98 mil millones de dólares) en investigación y desarrollo desde su fundación en 2003, consolidándose como una de las empresas más innovadoras en el sector de vehículos eléctricos y tecnologías relacionadas.
La compañía no solo ha revolucionado la industria automotriz con sus vehículos eléctricos, sino que también ha impulsado avances en energías renovables y almacenamiento de energía.
Mientras tanto, en Estados Unidos, otras compañías como General Motors y Waymo continúan expandiendo sus flotas de vehículos autónomos. GM, por ejemplo, anunció en diciembre pasado que dejaría de invertir en su negocio de robotaxis tras un incidente que resultó en lesiones graves a un peatón, y enfrentó una multa de medio millón de dólares por parte del Departamento de Justicia.
Por su parte, Waymo, la unidad de conducción autónoma de Alphabet, ha recaudado más de 5.600 millones de euros (unos 6.000 millones de dólares) en fondos para acelerar su despliegue en ciudades estadounidenses.
En conclusión, el mercado de vehículos autónomos en EE. UU. está en plena transformación, con regulaciones más permisivas que podrían acelerar su adopción, mientras que las tensiones internacionales y las restricciones en países clave como China podrían frenar algunos de los proyectos más ambiciosos de empresas como Tesla.
La innovación y la competencia global seguirán marcando el ritmo en esta industria en constante evolución.