La tarifa por rueda es un impuesto adicional que algunos gobiernos locales en Estados Unidos están implementando, generando costos significativos para los dueños de vehículos. Este artículo explica en qué consiste, cómo varía en diferentes regiones y qué impacto puede tener en la economía de los propietarios de automóviles.
¿Alguna vez te has preguntado si hay costos adicionales al renovar la matrícula de tu coche? Presuntamente, en varias regiones de Estados Unidos, los propietarios de vehículos deben afrontar una tarifa llamada 'tarifa por rueda', un impuesto que busca financiar el mantenimiento y mejoras de la infraestructura vial.
Aunque no todos los municipios aplican esta tasa, en aquellos que sí lo hacen, los costos pueden variar considerablemente y representar un gasto importante.
Supuestamente, la tarifa por rueda se instauró inicialmente en algunos estados como una forma de que quienes más usan las carreteras contribuyeran en su mantenimiento.
En esencia, este impuesto se calcula en función del peso del vehículo o del número de ruedas que posee, y se aplica durante la renovación anual del registro vehicular.
La idea es que quienes utilizan más las vías públicas, aporten proporcionalmente más a su conservación.
Por ejemplo, en la ciudad de Evansville, en el estado de Indiana, que estará implementando una nueva tarifa desde el 1 de enero de 2026, los costos serán de aproximadamente 27 euros para vehículos comerciales, 18 euros para vehículos particulares y 9 euros para motocicletas.
Se estima que esta medida recaudará cerca de 2 millones de euros anuales destinados a proyectos de mejora en carreteras y calles.
Es importante destacar que en Estados Unidos, la normativa sobre estas tarifas puede variar mucho de un estado a otro. En Tennessee, por ejemplo, el condado de Lake impone una tarifa de hasta 90 euros por año para los vehículos particulares, siendo uno de los valores más altos a nivel nacional.
En contraste, en el condado de Pickett, la tarifa puede ser tan baja como 9 euros, o incluso no existir en algunos municipios.
Además, en ciudades como Chicago, en Illinois, se aplica un cargo adicional llamado 'tarifa de beneficios en transporte' que, en términos aproximados, equivale a unos 94 euros para los vehículos de tamaño estándar y puede llegar a los 149 euros para modelos más grandes.
En Nebraska y Wisconsin, las tarifas oscilarían entre 67 y 37 euros, respectivamente.
Supuestamente, estas tarifas buscan no solo mantener las carreteras en buen estado, sino también financiar proyectos de transporte públicos, puentes y otras infraestructuras relacionadas.
Sin embargo, muchos propietarios de vehículos consideran que estos costos adicionales afectan su economía personal, especialmente en un contexto donde la inflación y los precios de los combustibles también han aumentado.
Desde una perspectiva histórica, es interesante notar que las tasas de impuestos vehiculares han existido desde principios del siglo XX en Estados Unidos, adaptándose a las necesidades de cada época y región.
La tarifa por rueda, en su forma moderna, sería una evolución de estos impuestos, diseñada para hacer que quienes más usan las vías contribuyan en su mantenimiento.
En conclusión, la tarifa por rueda constituye un gasto que posiblemente muchos propietarios de vehículos no tenían en cuenta al momento de renovar su matrícula, pero que en ciertos lugares puede representar una inversión significativa.
La tendencia a nivel nacional parece ser que, en vista de la necesidad de mantener una infraestructura vial adecuada, estas tarifas seguirán aumentando o expandiéndose a más regiones en los próximos años.