Una nueva proyección sugiere que el incremento en las prestaciones de Seguridad Social en 2026 podría ser del 2.5%, basado en datos recientes de inflación y en medio de incertidumbres por las políticas tarifarias del gobierno estadounidense. Este incremento mantendría el poder adquisitivo de los beneficiarios, pero aún existe la posibilidad de que suba más, dependiendo de futuros datos económicos y decisiones políticas.

La cantidad que los beneficiarios de la Seguridad Social en Estados Unidos recibirán en 2026 podría experimentar un aumento del 2.5%, según las últimas proyecciones económicas. Este porcentaje es una estimación preliminar basada en datos de inflación publicados hasta ahora, y refleja un ligero incremento respecto al 2.4% que se estimó previamente para ese año. La diferencia puede parecer mínima, pero en términos monetarios significa que quienes reciben beneficios mensuales podrían ver un aumento cercano a los 41 euros, considerando que la pensión media en mayo de 2024 alcanzaba aproximadamente 1.927 euros.

Este ajuste, conocido como Cost of Living Adjustment (COLA), tiene como objetivo compensar a los beneficiarios por la pérdida de poder adquisitivo causada por la inflación.

La fórmula para calcularlo se basa en el índice de precios al consumidor (IPC), específicamente en la variación del IPC para Trabajadores Urbanos y Empleados Administrativos (CPI-W) entre julio y septiembre del año previo y el mismo período del año en curso.

La Administración del Seguro Social (SSA) anuncia oficialmente el porcentaje final en octubre, y este año la expectativa apunta a un aumento que mantendría la tendencia de los últimos años.

Es importante destacar que el contexto económico global y las políticas tarifarias del gobierno estadounidense, implementadas en los últimos años, influyen significativamente en estas estimaciones.

A pesar de que la inflación en mayo de 2024 se mantuvo moderada, muchos economistas advierten que las tarifas impuestas por la administración Trump en años anteriores podrían elevar los precios en los próximos meses, afectando así la inflación futura y, por ende, el porcentaje de ajuste.

Expertos como Mary Johnson, analista independiente en políticas de Seguridad Social y Medicare, señalan que todavía hay cuatro meses de datos por recopilar antes de que se confirme oficialmente el ajuste para 2026.

La incertidumbre en torno a las tarifas y su impacto en la economía hace que estas cifras puedan variar. En particular, economistas de instituciones como Morgan Stanley y KPMG predicen que la inflación anual podría superar el 4% en el otoño, lo que incrementaría aún más las perspectivas de un ajuste superior en los beneficios.

Para quienes reciben beneficios, esto representa una noticia positiva, ya que un aumento del 2.5% en 2026 significaría un incremento aproximado de 41 euros en su pago mensual, partiendo de una pensión promedio de 1.927 euros. La historia de la Seguridad Social en EE. UU. muestra que estos ajustes son fundamentales para mantener la estabilidad económica de millones de ciudadanos, especialmente en un contexto donde la inflación ha sido un factor fluctuante durante décadas.

Desde su creación en 1935, la Seguridad Social ha sido un pilar del sistema de protección social en Estados Unidos, ajustando periódicamente los beneficios para reflejar las variaciones del costo de vida.

La capacidad de estos ajustes para mantener el poder adquisitivo ha sido crucial en momentos de crisis económica y períodos de inflación moderada. La expectativa para 2026 continúa siendo optimista, aunque vigilante, ante las posibles fluctuaciones económicas y políticas que puedan influir en la inflación y, en consecuencia, en los beneficios de millones de estadounidenses.