La Seguridad Social en 2025 realizará un ajuste por costo de vida que impactará en las pensiones, pero supuestamente no será suficiente para mantener el poder adquisitivo, lo que podría obligar a los jubilados a buscar alternativas para complementar sus ingresos.
A pocos meses del anuncio oficial del ajuste por costo de vida (COLA) para las pensiones de la Seguridad Social en 2025, muchos jubilados y beneficiarios se preguntan cómo afectará este cambio a sus ingresos en euros.
Supuestamente, el incremento en las pensiones será modesto, lo que ha generado preocupación entre la población mayor, que ve cómo la inflación continúa erosionando su poder adquisitivo desde hace más de una década.
El ajuste por costo de vida, conocido como COLA, se calcula en base a la variación del índice de precios al consumidor (IPC), específicamente el IPC para trabajadores urbanos y empleados administrativos, en el tercer trimestre de cada año.
Para determinar el aumento en euros, se toma el promedio de inflación de julio, agosto y septiembre de 2025, y se compara con el mismo período en 2024.
Si la inflación promedio en ese período es del 2.5%, la pensión se incrementará en esa misma proporción.
Supuestamente, este aumento no será suficiente para compensar completamente la pérdida del poder adquisitivo acumulada desde 2010, cuando las pensiones perdieron aproximadamente un 20% de su valor real, según informes de grupos de defensa de los derechos de los jubilados.
Esto significa que, en términos prácticos, un pensionista que actualmente recibe aproximadamente 1.800 euros mensuales podría ver un incremento de unos 45 euros, llegando a aproximadamente 1.845 euros, si el porcentaje de aumento es del 2.5%. Sin embargo, la realidad es que los precios de bienes y servicios esenciales continúan subiendo, y la capacidad de compra de estas pensiones se ve cada vez más limitada.
Históricamente, el ajuste en las pensiones ha sido un tema de debate en España y en otros países con sistemas similares. Desde la crisis financiera de 2008, las pensiones han sufrido recortes y ajustes que han reducido su valor real. Aunque en algunos años se han aplicado incrementos, estos han sido insuficientes para mantener el nivel de vida de los jubilados, especialmente en un contexto de alta inflación global.
Supuestamente, en 2025 las autoridades esperan que la inflación se mantenga contenida, pero no descartan que en los próximos meses pueda subir, lo que podría hacer que el COLA sea ligeramente mayor al 2.5%. En cualquier caso, expertos recomiendan que los pensionistas comiencen a planificar cómo hacer frente a la posible brecha entre la subida de sus ingresos y el aumento de los precios.
Entre las opciones que se sugieren se encuentran el uso de ahorros personales, la búsqueda de trabajos a tiempo parcial, o la solicitud de beneficios complementarios como el subsidio de ingresos mínimos o ayudas alimentarias.
Además, algunos expertos aconsejan considerar inversiones que puedan generar ingresos pasivos o aprovechar programas de asistencia social en la medida que sean compatibles.
Es importante recordar que el próximo anuncio oficial de la Seguridad Social en octubre determinará con precisión el porcentaje exacto del COLA de 2026, y los beneficiarios deben estar atentos a esta información para ajustar sus presupuestos y estrategias económicas en consecuencia.
A pesar de las dificultades, estar informado y preparado puede marcar la diferencia en la estabilidad financiera de quienes dependen de estas pensiones en euros.