Las primas de seguros médicos en Estados Unidos se incrementarán significativamente en 2026 si el Congreso no extiende las subvenciones del Obamacare. Millones de estadounidenses enfrentan una subida de precios que podría afectar su acceso a la atención sanitaria.
Se aproxima un año de cambios importantes en el panorama sanitario de Estados Unidos, ya que los costes de atención médica podrían experimentar un aumento sustancial en 2026.
El motivo principal sería la posible finalización de las ayudas económicas que durante los últimos años han hecho que el seguro de salud bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible (Obamacare) fuera más accesible para millones de estadounidenses.
Presuntamente, si el Congreso no aprueba la extensión de estas subvenciones, los precios de las primas de los seguros médicos se dispararán, afectando a aproximadamente 22 millones de personas que actualmente dependen de estas ayudas.
Supuestamente, en 2025, estas subvenciones redujeron las primas mensuales en una media de 100 euros para cada beneficiario, permitiendo una cobertura más asequible.
Sin embargo, con su expiración, los costes podrían aumentar en un 114%, según estimaciones de organizaciones dedicadas a la política de salud. Esto significaría que, en promedio, los usuarios tendrían que pagar alrededor de 210 euros al mes en primas, frente a los 100 euros actuales. Para muchos, esta subida representaría la diferencia entre mantener su seguro o verse en la obligación de buscar alternativas más económicas o incluso abandonar la cobertura.
Desde el Congreso, supuestamente, algunos legisladores republicanos han presentado propuestas para mantener el acceso a seguros de bajo coste, pero sin la extensión de las subvenciones.
Esto implicaría que los precios seguirían subiendo, y que las ayudas permanecerían solo para ciertos grupos vulnerables o en programas específicos.
La situación ha provocado una gran incertidumbre, y las familias están en alerta ante la inminente decisión que tomará el Congreso en las próximas semanas.
Supuestamente, la presidenta del Centro para la Reforma de la Salud en la Universidad de Georgetown, Sabrina Corlette, ha advertido que muchos consumidores están revisando sus opciones y considerando cambiar a planes con menos cobertura o con primas más bajas, pero con mayores deducibles y copagos.
Esto, presuntamente, podría traducirse en mayores dificultades para acceder a tratamientos costosos o necesarios, como cirugías o medicación especializada.
En particular, personas con condiciones crónicas, como diabetes o enfermedades cardíacas, serán las más afectadas. Por ejemplo, supuestamente, una mujer de 64 años en Arizona, que fue diagnosticada con diabetes en su juventud, enfrenta un aumento en su prima mensual de unos 830 euros (equivalente a 950 dólares) a casi 1.920 euros (unos 2.200 dólares) si no se toman medidas. La misma ha considerado reducir su cobertura o retrasar procedimientos médicos importantes, como una cirugía de rodilla, debido a los costes elevados.
Supuestamente, la lucha política en Washington ha retrasado la aprobación de medidas que podrían evitar estos incrementos. La negativa de algunos senadores y la falta de acuerdo en el Congreso han llevado a que la incertidumbre siga creciendo. La expiración de las ayudas no solo afectará a las personas con seguro individual, sino también a empleados que reciben cobertura a través de sus trabajos, ya que, en 2026, las tarifas para los seguros colectivos también se prevé que aumenten considerablemente.
Organizaciones de defensa del derecho a la salud alertan que esta situación podría llevar a un aumento en la población sin cobertura médica, algo que no ocurría desde antes de la implementación de la Obamacare.
La imposibilidad de pagar primas más altas podría forzar a muchas familias a dejar de tener seguro, lo cual tendría consecuencias graves en la salud pública y en la economía del país.
Por ello, se recomienda a los afectados que consulten sus cuentas en los portales de Obamacare y evalúen las distintas opciones de cobertura antes de la fecha límite, que en algunos estados es el 15 de diciembre.
La decisión que tomen ahora marcará su acceso a la atención sanitaria durante 2026, y podría determinar si enfrentan gastos médicamente insostenibles o si logran mantener un nivel de protección adecuado.
La próxima semana será decisiva para definir si se logra evitar un incremento masivo en los costes sanitarios, o si, por el contrario, la población americana tendrá que afrontar una de las subidas más significativas en sus gastos médicos en la última década.