El bote de Mega Millions para el sorteo del viernes 26 de diciembre se sitúa en 115 millones de euros, tras convertir los 125 millones de dólares anunciados originalmente.

Esta cifra llega a pocos días de que un afortunado en Arkansas ganara el Powerball, con un premio récord de 1,70 mil millones de dólares en la víspera de Navidad.

Si alguien acierta los seis números, tiene dos opciones de cobro: un pago único en efectivo de aproximadamente 52,3 millones de euros, o recibir pagos inmediatos seguidos de anualidades que aumentan un 5% cada año.

En la práctica, la segunda alternativa funciona como una garantía de ingresos escalonados a largo plazo, aunque los importes pueden verse reducidos por impuestos y tasas.

Supuestamente, muchos ganadores prefieren la flexibilidad del pago único, mientras que otros buscan una mayor suma acumulada a lo largo de décadas.

Para jugar, Mega Millions tiene un costo de 5 dólares por boleto, y los jugadores deben elegir seis números: cinco bolas blancas de 1 a 70 y una Mega Ball dorada de 1 a 24, o pueden optar por Easy Pick/Quick Pick, de forma que sean los sistemas los que seleccionen los números al azar.

Se puede participar en 45 estados, más el Distrito de Columbia y las Islas Vírgenes de EE. UU., y en ciertos lugares es posible adquirir boletos online a través de plataformas autorizadas como Jackpocket. En algunos estados, la compra también se realiza en tiendas físicas como estaciones de servicio o supermercados.

Históricamente Mega Millions ha protagonizado botes multimillonarios; el bote más alto registrado fue de 1,537 mil millones de dólares en octubre de 2018, cifra que equivale a aproximadamente 1,41 mil millones de euros con el tipo de cambio de ese periodo.

En 2025, el juego ha visto varios ganadores importantes en distintos concursos, lo que mantiene la expectativa alta entre aficionados que sueñan con cambiar de vida con una sola combinación de números.

El formato de cobro con anualidades, que implica pagos que crecen cada año, ha sido motivo de debate entre especialistas y ganadores, ya que a largo plazo podría superar la suma del cobro inmediato, pero también está sujeto a impuestos, variaciones estatales y la posible necesidad de gestionar el dinero a través de asesoría financiera.

A efectos prácticos, la posibilidad de recibir una cantidad mayor con el paso del tiempo depende de la longevidad del ganador y de la estabilidad de las instituciones financieras que gestionen los pagos.

En resumen, el sorteo de Mega Millions continúa atrayendo atención global por la mezcla de probabilidades, montos y decisiones de cobro que pueden transformar radicalmente la vida de quien resulte afortunado.

Aunque la probabilidad de ganar es baja, la promesa de una gran suma en euros convierte cada boleto en una oportunidad que, para muchos, vale la pena arriesgar.

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