El mercado de viviendas experimenta una desaceleración en las subidas de precios y un aumento en la disponibilidad de propiedades, abriendo nuevas oportunidades para los compradores en un entorno que empieza a cambiar. ¿Es el momento de aprovechar las nuevas condiciones del mercado inmobiliario?

El mercado de la vivienda ha atravesado una serie de cambios significativos en los últimos años, pasando de un período de auge extremo a una fase de ajuste que podría beneficiar a quienes buscan adquirir una propiedad.

Tras un crecimiento vertiginoso en los precios, que en algunos casos alcanzaron incrementos cercanos al 50% en cinco años debido a las tasas hipotecarias extremadamente bajas y a una alta demanda, ahora se observa una tendencia a la estabilización e incluso a la caída.

Durante la pandemia, el interés por comprar viviendas se disparó, impulsado por la búsqueda de más espacio y la posibilidad de trabajar desde casa.

Esto generó una carrera alcista en los precios, que alcanzaron niveles históricos en muchas regiones. Sin embargo, los expertos advierten que esta tendencia no puede mantenerse indefinidamente. La subida de las tasas hipotecarias, que en algunos momentos superaron el 7% en Estados Unidos y en Europa se situaron en niveles similares, ha comenzado a moderar la demanda, permitiendo que los precios se ajusten.

En 2024, se registran signos claros de esta desaceleración. Analistas del sector inmobiliario indican que los precios de las viviendas están comenzando a estabilizarse o incluso a disminuir en algunas áreas. La Asociación de Banqueros Hipotecarios estima que en 2025, los precios solo aumentarán alrededor del 1.3%, mientras que economistas de instituciones como Fannie Mae pronostican un incremento del 4.1%. Estos datos reflejan un cambio de tendencia respecto a los años anteriores, cuando los precios subían a doble dígito en muchos mercados.

Uno de los factores que ha facilitado esta transición es la mayor disposición de los propietarios de vender sus inmuebles. Durante años, muchos mantuvieron sus hipotecas a tasas muy bajas, por debajo del 4%, y se mostraban reacios a vender por el temor de tener que afrontar un nuevo préstamo con tasas mucho más altas.

Sin embargo, la situación ha cambiado. Datos recientes muestran que el 72% de las hipotecas vigentes en EE. UU. tienen tasas inferiores al 6%, y más de la mitad están por debajo del 4%. Esto ha llevado a que algunos propietarios estén dispuestos a poner sus viviendas en el mercado.

Especialistas en bienes raíces, como David Palmer, agente en Seattle, observan que en varias regiones ya se percibe un cambio en la actitud de los vendedores.

Palmer señala que muchos están comenzando a aceptar que el mercado ya no está en su punto máximo y que las condiciones han cambiado. Esto se refleja en un aumento en las propiedades en venta y en la tendencia a reducir los precios para cerrar negocios.

El incremento en la oferta ha sido acompañado por un aumento en las propiedades disponibles. En abril de 2025, se registraron cerca de un millón de viviendas activas en plataformas como Realtor.com, un 30% más que en el mismo mes del año anterior. Además, las listas de viviendas con descuentos o rebajas de precio también han crecido, con un 18% de las propiedades en mercado mostrando reducciones, una cifra que indica un mercado más equilibrado.

¿Es todavía un mercado de vendedores? Aunque todavía es pronto para afirmar que se ha invertido completamente la tendencia, los indicios apuntan a que los compradores tienen ahora más opciones y mayor poder de negociación.

La posibilidad de negociar precios ha aumentado, especialmente en segmentos donde la demanda se ha debilitado. Sin embargo, los expertos advierten que la recuperación del mercado será heterogénea y variará según las regiones y las condiciones económicas locales.

En resumen, estamos ante un cambio en el escenario inmobiliario que podría beneficiar a quienes buscan comprar una vivienda. La reducción en los precios, el aumento en la oferta y la mayor disposición de los propietarios a vender abren una ventana de oportunidad. No obstante, la situación aún está en evolución, y tanto compradores como vendedores deben mantenerse informados para aprovechar las mejores condiciones en este nuevo ciclo del mercado inmobiliario.