En Estados Unidos, en 2024 se registraron aproximadamente 161 millones de declaraciones de impuestos individuales, incluyendo posiblemente la tuya. Aunque no todos los ciudadanos están obligados a presentar una declaración cada año, la realidad es que en muchos casos es recomendable hacerlo para recuperar posibles pagos en exceso o beneficiarse de créditos fiscales.

Supuestamente, en 2026, los umbrales de ingreso que determinan la obligación de presentar declaración no variarán mucho respecto a años anteriores, pero siempre es conveniente revisarlos con atención.

La cantidad mínima que un contribuyente debe ganar antes de estar obligado a declarar dependerá de su estado civil, edad y otras circunstancias específicas.

Por ejemplo, si eres soltero y tienes menos de 65 años, deberías presentar declaración si tus ingresos brutos superaron aproximadamente 14.200 euros en 2025. Para quienes tienen 65 años o más, el umbral sube a aproximadamente 16.000 euros. En el caso de matrimonios que presentan conjuntamente, la cifra puede situarse cerca de 28.000 euros, mientras que si presentas de forma separada, solo con tener ingresos superiores a 70 euros sería suficiente para estar obligado a declarar.

Es importante destacar que estos límites pueden variar en función de cambios en la legislación y en las tasas de cambio, pero en general, los umbrales en euros se ajustan anualmente en relación con la inflación y las políticas fiscales.

Supuestamente, en 2026, muchos contribuyentes con ingresos inferiores a estos límites todavía podrían beneficiarse de presentar declaración voluntariamente.

¿Por qué hacerlo? Porque podrían recibir devoluciones si se les ha retenido dinero en exceso, o si califican para créditos fiscales que no se aplicaron automáticamente.

Entre estos créditos destacan el Earned Income Tax Credit (Crédito por Ingreso del Trabajo), que en Estados Unidos puede llegar a equivaler a unos 2.500 euros en algunos casos, y el Child Tax Credit (Crédito por Hijos), que puede ofrecer hasta 1.700 euros por niño.

Además, si en 2025 tuviste ingresos por trabajos independientes o por inversiones, y estos alcanzaron ciertos límites, también estarías en la obligación de declarar.

Supuestamente, si tus ingresos netos por trabajo autónomo superaron los 480 euros en 2025 (unos 423 euros en la moneda europea), deberías presentar declaración, ya que estarías sujeto a pagar impuestos sobre esa renta.

Otro aspecto a considerar es que, en determinadas situaciones especiales, la obligación de declarar puede aplicarse independientemente del nivel de ingresos.

Por ejemplo, si recibiste distribuciones de fondos de inversión o de cuentas de ahorro con ventajas fiscales, o si adquiriste seguros de salud a través de mercados estatales, también deberías presentar declaración.

Supuestamente, muchas personas no están conscientes de que presentar declaración puede ser una oportunidad para recuperar dinero, especialmente si tuvieron retenciones en su salario o si realizaron pagos anticipados de impuestos.

La ley también establece que si, en 2025, te corresponde algún crédito tributario, puedes recibir un reembolso incluso si no debes pagar impuestos.

En resumen, aunque en 2026 las reglas de declaración fiscal seguirán siendo similares a las de años anteriores, mantenerse informado y revisar los umbrales específicos puede ayudarte a evitar sanciones y a aprovechar beneficios económicos.

La recomendación es consultar con un asesor fiscal o utilizar las herramientas digitales del IRS, que en muchos países equivaldrían a las agencias tributarias locales, para determinar tu situación personal y actuar en consecuencia.

La planificación fiscal, en definitiva, puede marcar la diferencia en tus finanzas personales y en tu bienestar económico durante el próximo año.