Un proyecto de ley propone una deducción fiscal adicional para personas mayores, con potenciales ahorros de hasta 5.500 euros, aunque aún no está aprobado. La medida afecta a quienes cumplen 65 años antes de finalizar 2025 y contempla diferentes límites de ingreso y versiones en el Congreso.
Supuestamente, en medio de una creciente incertidumbre en torno a la Seguridad Social y los cambios en las políticas fiscales, se ha presentado una propuesta que podría ofrecer un importante alivio tributario a los adultos mayores en 2025.
Aunque aún no se ha aprobado oficialmente, diversos medios indican que un nuevo crédito fiscal para mayores de 65 años podría permitirles ahorrar hasta aproximadamente 5.500 euros en su declaración de impuestos del próximo año. La iniciativa, que forma parte de un posible paquete de reformas, propone una deducción adicional que beneficiaría a quienes cumplen los 65 años antes de que finalice 2025.
Supuestamente, esta deducción adicional podría variar entre 4.000 y 6.000 euros, dependiendo de la versión que finalmente apruebe el Congreso. La versión del Senado contempla una deducción máxima de 6.000 euros, mientras que la del Congreso plantea un límite de 4.000 euros. En términos prácticos, esto significaría un ahorro fiscal de alrededor de 480 euros con la deducción menor, y hasta unos 720 euros si se aprueba la deducción mayor, en un escenario con una tasa impositiva del 12%.
La cifra varía en función del tramo impositivo y el nivel de ingresos de cada contribuyente.
Este posible beneficio fiscal, que se aplicaría independientemente de si los mayores están recibiendo actualmente beneficios de la Seguridad Social o si deciden retrasar el momento de reclamar, se dirige principalmente a quienes tienen ingresos modestos.
Presuntamente, los contribuyentes con ingresos altos no serían elegibles, y aquellos con ingresos bajos que no pagan impuestos tampoco se beneficiarían.
Supuestamente, la propuesta también contempla que los beneficios de Seguridad Social seguirían siendo gravados para muchos jubilados, ya que la promesa de campaña del expresidente Donald Trump de eliminar los impuestos sobre estos beneficios no está incluida en las versiones actuales del proyecto de ley.
La ley, supuestamente, limitaría la deducción adicional a quienes tienen un ingreso modificado ajustado que no supere los 75.000 euros para solteros, o 150.000 euros para matrimonios que presenten declaración conjunta. Sin embargo, la deducción se iría reduciendo progresivamente a medida que los ingresos superen estos límites, hasta desaparecer en niveles de ingreso de aproximadamente 175.000 euros para individuos y 250.000 euros para parejas.
Supuestamente, la duración prevista para esta deducción sería hasta 2028, permitiendo a los beneficiarios planificar con anticipación. La diferencia principal entre las versiones del Senado y la Cámara radica en el monto máximo de deducción y el ritmo de la fase de eliminación para quienes tengan ingresos elevados.
La opción del Senado sería más generosa en la cantidad y en el período en que la deducción sería efectiva.
Históricamente, este tipo de beneficios fiscales han sido utilizados en otros países para favorecer a los adultos mayores con ingresos limitados, en un esfuerzo por reducir su carga tributaria y mejorar su calidad de vida.
En algunos casos, estas deducciones han sido polémicas, ya que benefician principalmente a quienes ya tienen cierta capacidad económica.
Supuestamente, los expertos indican que, si finalmente se aprueba, muchos mayores podrían aprovechar esta deducción para reducir significativamente su carga fiscal en 2025.
Sin embargo, recomiendan que los contribuyentes estén atentos a los cambios legislativos, ya que aún no está claro qué versión será la que se implemente.
Para quienes planean presentar su declaración de impuestos, sería recomendable consultar con un asesor fiscal para optimizar los beneficios que puedan obtener.
En conclusión, aunque aún queda por definir si esta propuesta se convertirá en realidad, la posibilidad de una deducción adicional para mayores de 65 años en 2025 representa una esperanza para mejorar la situación económica de muchos jubilados, especialmente aquellos con ingresos modestos.
La expectativa es que, si se aprueba, esta medida contribuya a aliviar la carga fiscal de miles de personas mayores en un contexto económico complejo y en plena transformación de las políticas sociales y fiscales del país.
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