En la región noroeste de Nueva Jersey, se encuentra una impresionante granja de 50 acres que ha experimentado un notable cambio tras haber estado en un estado de abandono.

Durante los últimos 24 años, este terreno ha sido transformado en un próspero negocio agrícola, que incluye un huerto, una instalación de producción de sidra y una casa de campo histórica, ahora actualizada.

Este atractivo inmueble, conocido como Colonial Cider, está disponible en el mercado por un precio de 1.3 millones de euros. Aunque la granja tiene sus raíces en el siglo XVIII, fue en 2001 cuando su actual propietario decidió revitalizarla. Según Christine y Marc Tremain, agentes inmobiliarios de Weichert Realtors, el propietario ha estado dedicando su esfuerzo a convertir la propiedad en un destino para el turismo agrícola.

La granja, que forma parte del Programa de Preservación de Tierras Agrícolas del Condado de Sussex desde 2017, cuenta con un amplio establo que ha sido renovado para funcionar como una instalación comercial de producción de sidra.

Este lugar está equipado con trituradoras de manzana, tanques de fermentación y equipos de filtración, entre otros.

El actual propietario también ha dedicado 18 acres a un huerto orgánico que incluye 20 variedades de manzanas americanas de 200 años de antigüedad.

Además, la granja también cultiva otros frutos como arándanos, frambuesas, cerezas, duraznos y ciruelas. Christine destacó que hay una variedad de perales ingleses, franceses y españoles que pueden utilizarse para la elaboración de Perry, un mercado que aún está poco explorado.

La propiedad tiene acceso directo por Clove Road, pero el propietario también ha habilitado una segunda entrada desde Skytop Road, facilitando así la llegada de visitantes a la sidrería.

Marc menciona que, en su esfuerzo por mejorar la propiedad, se retiraron muchas paredes de piedra que fueron reutilizadas para construir el camino de acceso.

La casa de campo, originalmente construida en 1740, ha sufrido varias ampliaciones y cuenta con tres habitaciones y dos baños, además de un espacioso porche delantero, estufas de leña y un hermoso suelo de roble y pino.

La propiedad ha sido modernizada para hacerla más funcional, incluyendo la instalación de nueva aislación, ventanas y un nuevo sistema eléctrico, sin dejar de lado su estética clásica.

Además, hay una hectárea de terreno destinada a la construcción de una nueva vivienda. Quien adquiera esta propiedad también obtendrá la licencia de Bodega Plenaria bajo la LLC Colonial Cider, que nunca ha sido utilizada. Esta licencia permite cultivar uvas o frutas en al menos tres acres adyacentes a la bodega, así como producir vinos fermentados.

Christine menciona que el perfil de comprador para esta propiedad es bastante específico, ya que muchos interesados son personas apasionadas por la agricultura orgánica y la vida autosuficiente.

La granja no solo representa una oportunidad de inversión, sino también un estilo de vida que está ganando popularidad en el contexto actual.