La celebración del 4 de julio en Estados Unidos tradicionalmente trae consigo espectáculos de fuegos artificiales que iluminan el cielo y generan entusiasmo entre la población.

Sin embargo, supuestamente, los aranceles impuestos a las importaciones de China, que suministran aproximadamente el 96% de estos productos en el país, podrían influir en los precios y la disponibilidad de los fuegos artificiales en esta festividad.

El año pasado, Estados Unidos importó aproximadamente 420 millones de dólares en fuegos artificiales desde China, lo que equivale a unos 385 millones de euros.

Supuestamente, con la implementación de un arancel del 145% en abril pasado, el valor de estas importaciones habría aumentado hasta cerca de 1,4 mil millones de euros, encareciendo considerablemente los productos para los consumidores estadounidenses.

Aunque inicialmente se pensó que la guerra comercial afectaría duramente al mercado, supuestamente, en mayo se acordó una reducción temporal de los aranceles al 30%, permitiendo que los precios no aumentaran tanto como se esperaba.

Este aumento en los costos de importación, presuntamente, está comenzando a reflejarse en los precios de venta al público. Los grandes distribuidores de fuegos artificiales, que compran en grandes cantidades con anticipación, supuestamente lograron adquirir productos antes de la escalada de aranceles, lo que les permite ofrecer precios relativamente estables.

Sin embargo, las pequeñas empresas y los comerciantes locales podrían ver incrementos en sus costos, que se trasladarían a los consumidores.

Se estima que, en comparación con el año pasado, los precios de los fuegos artificiales en 2024 podrían experimentar un incremento de entre un 10% y un 15%, dependiendo del tamaño de la compra y del proveedor.

Esto significa que un paquete de fuegos artificiales que costaba alrededor de 50 euros en 2023, podría costar aproximadamente 55 a 58 euros este año.

Además, presuntamente, podría haber una escasez relativa de ciertos productos, ya que las importaciones podrían verse afectadas por las restricciones comerciales, aunque no tan severamente como durante la pandemia de COVID-19.

Supuestamente, algunas grandes compañías de fuegos artificiales, como Jake's Fireworks en Kansas, han anticipado estos cambios y han realizado compras anticipadas para mitigar el impacto.

Jason Marietta, su director de ventas, afirmó que adquirieron una parte significativa de su inventario con meses de antelación, considerando la posibilidad de mayores costos en el futuro.

En el futuro, se presumen que los efectos más severos de los aranceles se notarán en 2026, cuando se espera que la demanda aumente debido a que el 4 de julio caerá en sábado, y coincidirá con el 250 aniversario de la independencia de Estados Unidos.

Esto podría traducirse en precios aún más altos y una mayor escasez en los productos disponibles.

Por otro lado, un análisis de diferentes estados revela que Missouri, por ejemplo, gastó en importaciones de fuegos artificiales aproximadamente 78 millones de euros en 2023, siendo el estado con mayor gasto per cápita.

Kansas y Nebraska le siguen en gasto per cápita, con cerca de 6,4 y 4,9 euros, respectivamente. La legislación más relajada en estos estados favorece la compra y uso de fuegos artificiales, en contraste con estados como Massachusetts, donde la prohibición total mantiene los precios y la disponibilidad en niveles mínimos.

En conclusión, aunque los aranceles puedan encarecer los fuegos artificiales en esta festividad, los grandes distribuidores y las compras anticipadas podrían amortiguar el impacto para los consumidores.

Sin embargo, se prevé que, en los próximos años, los efectos de la guerra comercial entre EE. UU. y China sigan afectando el mercado, haciendo que las celebraciones con fuegos artificiales sean un poco más costosas y posiblemente con menos variedad en los productos disponibles.