La cadena de farmacias Rite Aid anuncia el cierre de más de 300 tiendas en Europa tras presentar su segundo capítulo 11 en menos de dos años, mientras busca un comprador para sus activos restantes y continúa enfrentando desafíos económicos significativos.
La conocida cadena de farmacias Rite Aid ha anunciado un cierre masivo de tiendas en Europa, sumándose a las dificultades financieras que ha enfrentado en los últimos años.
Después de presentar su segunda solicitud de bancarrota en menos de dos años, Rite Aid ha informado que cerrará aproximadamente 300 de sus más de 900 locales en el continente, en un intento de reducir pérdidas y buscar la viabilidad futura de la compañía.
Este proceso de cierre forma parte de una estrategia más amplia que incluye la venta de activos y la búsqueda de nuevos inversores. La compañía ha declarado que ha logrado firmar acuerdos de venta y transición de servicios farmacéuticos para transferir estos activos a otras cadenas, como CVS Pharmacy, Walgreens, y Kroger, entre otras.
Estas transacciones buscan garantizar la continuidad del servicio para los clientes y mantener empleos en la medida de lo posible.
El panorama para Rite Aid ha sido complicado en los últimos años. Fundada en 1962 en Estados Unidos, la cadena fue uno de los principales actores en el sector farmacéutico y de retail en Norteamérica, pero las presiones competitivas, los cambios en la regulación y las dificultades económicas han afectado su rendimiento.
En 2023, la compañía ya había atravesado un proceso de bancarrota que le obligó a cerrar numerosas tiendas en Estados Unidos, y ahora enfrenta una situación similar en Europa, donde opera bajo un modelo diferente.
El cierre de las tiendas en Europa incluye locales en países como Reino Unido, Alemania y España, donde Rite Aid había intentado expandirse en los últimos años.
La compañía ha informado que, además de cerrar estas ubicaciones, continuará vendiendo sus inventarios y activos esenciales para facilitar el proceso de venta a terceros.
La venta de activos incluye también productos exclusivos y la marca propia de la cadena.
Historicamente, Rite Aid fue una de las cadenas de farmacias más grandes en Estados Unidos, con una historia que se remonta a los años 60. Sin embargo, en los últimos años ha visto disminuir su cuota de mercado frente a competidores como CVS y Walgreens, que han logrado consolidarse y expandirse aún más.
La compañía ha tenido que adaptarse a cambios en la demanda del consumidor, digitalización y la creciente competencia de tiendas en línea.
En Europa, la situación se agrava por la incertidumbre económica y la inflación, que han afectado especialmente al sector minorista. La compañía todavía busca un comprador para sus activos restantes en la región, y las autoridades y empleados están atentos a cómo evoluciona esta situación.
Mientras tanto, Rite Aid continúa sus esfuerzos para reestructurar su negocio y buscar una salida a la crisis que ha enfrentado en los últimos años, con la esperanza de recuperar la estabilidad en un mercado cada vez más competitivo y cambiante.