Dos residentes de Georgia han sido víctimas de llamadas fraudulentas que imitan a autoridades y bancos, resultando en pérdidas que superan los 20.000 dólares (unos 18.000 euros). Las estafas, que aprovechan técnicas de clonación de voces y engaños digitales, están en aumento en la región, alertando a las autoridades y a la población sobre los riesgos y las formas de protección.
En los últimos meses, las alarmantes cifras de víctimas de estafas telefónicas en Georgia han puesto en evidencia un incremento en los intentos de fraudes que involucran llamadas que aparentan ser de autoridades y bancos.
En total, las pérdidas reportadas superan los 20.000 dólares, equivalentes a aproximadamente 18.000 euros, en un claro reflejo de cómo las técnicas de engaño se han perfeccionado y diversificado.
Estas estafas, que han ido en aumento en la región, se basan en la manipulación psicológica y en el uso de tecnologías avanzadas, como la clonación de voces mediante inteligencia artificial.
Los delincuentes se hacen pasar por oficiales de la ley o empleados bancarios, con el objetivo de inducir al miedo y la confusión en las víctimas.
Uno de los casos más destacados ocurrió en la localidad de Athens, donde un hombre de 50 años recibió una llamada de un supuesto oficial que le comunicaba que tenía una orden de arresto en su contra.
El estafador le exigió pagar una multa mediante criptomonedas, en este caso bitcoin, lo que llevó al hombre a depositar 2.000 dólares en un kiosco de criptomonedas. La táctica utilizada en este tipo de fraudes es cada vez más sofisticada, incluyendo la emisión de códigos QR falsos y la manipulación de datos bancarios.
Otro ejemplo fue el de un residente de Athens de 62 años, que fue contactado por un supuesto empleado de su banco. Durante más de dos horas, el estafador logró que el hombre compartiera información confidencial y, posteriormente, se descubrió que se habían sustraído unos 12.000 dólares de su cuenta bancaria. Aunque la víctima logró que el banco le reembolsara el dinero en un primer momento, en los días siguientes se realizaron cargos adicionales por más de 7.000 dólares, de los cuales aún no ha sido reembolsado.
Estas llamadas fraudulentas no solo se limitan a Georgia, sino que son una tendencia global que ha ido en aumento en los últimos años. La utilización de inteligencia artificial para clonar voces y crear conversaciones convincentes ha facilitado que los delincuentes puedan engañar incluso a las personas más cautelosas.
Las autoridades locales, como la Oficina del Sheriff del Condado de Oconee, han alertado a la población sobre estos métodos y recomiendan no realizar pagos por teléfono, especialmente en forma de tarjetas de regalo, criptomonedas o transferencias electrónicas sin verificar previamente la identidad del solicitante.
Históricamente, las estafas telefónicas se han adaptado a las nuevas tecnologías, desde las llamadas de broma hasta las campañas de phishing más elaboradas.
Sin embargo, el avance en la tecnología de clonación de voces ha marcado un antes y un después, permitiendo a los estafadores hacer llamadas que parecen totalmente auténticas.
La clave para prevenir estas estafas radica en la educación y en la precaución. La ciudadanía debe desconfiar de las llamadas que exigen dinero o información personal, y siempre verificar la identidad de quienes llaman, contactando directamente a las instituciones respectivas.
Además, las instituciones financieras y las autoridades trabajan en campañas de concienciación para alertar y proteger a los usuarios.
En conclusión, la creciente sofisticación de las estafas telefónicas en Georgia y en otros lugares del mundo representa un desafío constante para las autoridades y la población.
La adopción de medidas de seguridad, el uso de tecnologías de verificación y la difusión de información son fundamentales para reducir las pérdidas económicas y proteger a las víctimas de estos delitos cada vez más comunes.