Contrario a la creencia popular, apagar el aire acondicionado cuando no estás en casa podría ser menos eficiente. Expertos explican por qué mantenerlo encendido en modo moderado puede ser la mejor opción para reducir el consumo energético y ahorrar en la factura eléctrica.

En medio de una creciente crisis energética que afecta a numerosos países europeos, muchas personas aún se preguntan si es conveniente apagar el aire acondicionado cuando no se encuentran en casa.

Aunque la lógica tradicional indica que apagar los aparatos eléctricos ahorra energía, los expertos en climatización y eficiencia energética presuntamente aseguran que en el caso del aire acondicionado, esta práctica podría no ser la más eficiente.

Supuestamente, durante décadas, se ha recomendado apagar o subir la temperatura del aire acondicionado al salir de casa para maximizar el ahorro. Sin embargo, estudios recientes y análisis de especialistas sugieren que mantener el sistema en funcionamiento, ajustando la temperatura a niveles moderados, podría ser más beneficioso para el bolsillo y para el medio ambiente.

Supuestamente, en países como Alemania, Francia e Italia, donde el consumo energético residencial representa una gran parte del total, los expertos indican que apagar el aire acondicionado puede hacer que el aparato tenga que trabajar más arduamente al volver a encenderse, consumiendo así más electricidad en el proceso.

Esto se debe a que, al regresar, el equipo necesita enfriar nuevamente un espacio que, en su ausencia, puede haber alcanzado temperaturas elevadas, requiriendo mayor potencia para volver a alcanzar la temperatura deseada.

Se recomienda, en cambio, subir la temperatura del termostato unos grados, por ejemplo, ajustarlo a unos 24-25°C durante las horas en que no se esté en casa, en lugar de apagarlo por completo.

Esta estrategia, presuntamente, ayuda a mantener cierta circulación de aire y evita que el sistema tenga que gastar más energía en enfriar un espacio cálido desde cero.

Además, los expertos aconsejan que si se dispone de un sistema de aire acondicionado con función de temporizador o modo de ahorro, se utilicen para programar encendidos y apagados en horarios específicos, optimizando así el consumo eléctrico.

También recomiendan mantener los filtros limpios y los conductos libres de obstrucciones, ya que un aparato en buenas condiciones es más eficiente.

Supuestamente, en algunos casos, dejar el ventilador en modo automático en lugar de encendido constante puede reducir aún más el gasto energético, ya que solo funciona cuando es necesario.

La clave está en encontrar un equilibrio entre el confort y la eficiencia, evitando tanto el consumo excesivo como la incomodidad.

En conclusión, aunque parezca contradictorio, mantener el aire acondicionado en funcionamiento, ajustado a temperaturas moderadas cuando no se está en casa, podría ser la estrategia más inteligente para ahorrar energía en tiempos de crisis.

Este comportamiento también ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo a un menor impacto ambiental. La recomendación final, supuestamente, es consultar siempre con profesionales especializados en climatización para adaptar las mejores prácticas a cada hogar y situación específica.