Supuestamente, algunos clientes de Costco en Estados Unidos y Canadá han llevado su amor por la tienda a un nivel extremo, tatuándose logotipos y mostrando una devoción que trasciende lo habitual. Desde tatuajes de la famosa oferta del perrito caliente por 1,50 dólares hasta celebraciones en torno a eventos de la tienda, estos fanáticos expresan su fidelidad de maneras sorprendentes y cada vez más creativas. La cultura de la lealtad a la marca ha alcanzado niveles que muchos considerarían obsesivos, demostrando cómo las comunidades de consumidores pueden formar vínculos profundos con sus marcas favoritas. La tendencia se ha extendido a través de las redes sociales, donde los seguidores comparten sus historias y objetos de colección relacionados con Costco, fomentando un sentido de pertenencia y orgullo que trasciende la simple compra. Este fenómeno no solo refleja una tendencia de consumo, sino que también revela cómo las marcas pueden convertirse en símbolos de identidad y comunidad para sus clientes más apasionados.

Supuestamente, la devoción por Costco ha alcanzado niveles insospechados en ciertos sectores de sus clientes en Estados Unidos y Canadá. Desde tatuajes permanentes hasta celebraciones en los locales, estos seguidores muestran un amor profundo por la cadena de tiendas que va más allá de las compras habituales.

Uno de los ejemplos más conocidos es el de un cliente llamado Max Ellinger, quien en 2019 se tatuó en su brazo el logotipo de Kirkland Signature, la marca propia de Costco.

La historia cuenta que Ellinger, un joven de 33 años que trabaja en marketing de contenidos, decidió inmortalizar su pasión por la tienda tras una broma con amigos.

Supuestamente, un amigo le dijo que si lograba que la tienda le hiciera un pastel con el logo, él se tatuaría. Cuando Costco solicitó una foto del tatuaje, Ellinger se dirigió a un estudio de tatuajes y convirtió esa broma en una realidad permanente. Desde entonces, el tatuaje se ha convertido en un símbolo de su lealtad, que él mismo describe como algo que representa calidad, valor e integridad.

Pero no solo Ellinger ha llevado su amor por Costco a la piel. Supuestamente, en Toronto, un ex empleado llamado Tom Solakov se tatuó la oferta de su hot-dog y refresco por 1,50 dólares, en señal de admiración por cómo la empresa trata a sus empleados y clientes.

La imagen de su tatuaje en Instagram alcanzó más de 23,000 likes, convirtiéndolo en un ejemplo de la fiebre de los fanáticos de la marca.

Este fenómeno de fanaticismo se ha extendido también a las redes sociales, donde los seguidores comparten objetos de colección, historias y fotos que refuerzan su vínculo con la marca.

En plataformas como Reddit y TikTok, los aficionados muestran desde camisetas con el logo de Kirkland hasta mascotas vestidas con sudaderas de la tienda.

La cultura de la lealtad a Costco se ha convertido en un fenómeno social que refleja una tendencia más amplia en el consumo: la búsqueda de comunidades que compartan intereses y valores.

El amor por Costco también se manifiesta en ocasiones especiales, como cumpleaños o propuestas de matrimonio. Por ejemplo, en Kansas City, una pareja decidió tomarse sus fotos de compromiso en un almacén de Costco después de horas, aprovechando la ambientación y el espíritu de la tienda.

La pareja incluso usó una línea de invitaciones que imitaba un menú del food court, y en su boda sirvieron pastel y pizza de Costco, reforzando su vínculo con la marca.

Este nivel de fidelidad puede explicarse en parte por la percepción de que Costco no solo vende productos, sino que también ofrece una comunidad y un sentido de pertenencia.

La membresía, que en algunos países puede costar alrededor de 60 euros al año, funciona como una especie de club exclusivo que promete calidad y confianza.

Además, la variedad de productos, desde carnes Wagyu hasta chocolates de Dubai, crea una experiencia de compra que va más allá de lo simple.

Supuestamente, la tendencia de los fanáticos de Costco no solo refleja una moda pasajera, sino que señala un cambio en cómo las marcas pueden convertirse en símbolos de identidad personal y social.

La cultura de los tatuajes y las celebraciones en torno a la marca indican que, en ciertos círculos, el amor por Costco es una forma de expresar valores, pertenencia y estilo de vida.

A medida que las redes sociales potencian estas expresiones, es probable que esta tendencia siga creciendo y que más personas encuentren en Costco un espacio para sentirse parte de una comunidad que comparte sus ideales y pasiones.