El cierre de tiendas de Joann y JCPenney provoca indignación entre los clientes que no podrán usar sus tarjetas de regalo.

La reciente decisión de Joann de cerrar todas sus tiendas ha generado una ola de indignación entre sus clientes, sobre todo entre aquellos que poseen tarjetas de regalo.

La cadena de tiendas de manualidades, que cuenta con aproximadamente 800 locales, anunció que dejará de aceptar estas tarjetas justo antes de iniciar un proceso de liquidación total.

Este anuncio ha dejado a muchos compradores decepcionados y enojados, ya que no podrán utilizar sus tarjetas a pesar de que habrá ventas de liquidación en las semanas siguientes.

Clientes de diferentes partes del país han expresado su frustración en redes sociales, señalando que es injusto que Joann cierre la posibilidad de canjear tarjetas de regalo sin previo aviso.

"Es increíblemente molesto que corten nuestra capacidad de usar tarjetas de regalo", escribió un cliente en Instagram. Otro usuario mencionó que lamenta haber perdido la oportunidad de usar su tarjeta, lo que equivale a una pérdida de aproximadamente 40 euros.

Particularmente en Maine, donde la ley prohíbe la expiración de las tarjetas de regalo, la situación ha sido más intensa. La legislación estatal establece que no se puede imponer un límite de tiempo para redimir obligaciones de regalo, por lo que muchos sienten que sus derechos han sido violados por esta decisión de la empresa.

Joann anunció el cierre de todas sus tiendas a finales del mes pasado, tras haber indicado previamente que solo cerraría alrededor de 500 de sus locales.

Esta decisión se produce en un contexto de dificultades financieras para la empresa, que se declaró en bancarrota bajo el Capítulo 11 por segunda vez en un año y subastó sus activos restantes.

El 22 de febrero, el grupo de liquidación GA Group y los prestamistas de Joann se adjudicaron la empresa durante la subasta.

Un portavoz de Joann afirmó: "Nuestra dirección, nuestra Junta, asesores y socios legales han hecho todo lo posible para buscar un resultado más favorable que mantenga la empresa en funcionamiento".

Sin embargo, los esfuerzos no fueron suficientes para evitar el cierre total.

Las ventas de liquidación comenzaron el 15 de febrero, y se espera que el proceso de cierre dure varios meses. Sin embargo, solo se incluirán en estas ventas los productos que se encuentren en las tiendas, lo que ha dejado a muchos clientes preocupados por la escasez de productos disponibles.

Este cierre de Joann no es un caso aislado en el sector minorista. Otras cadenas como JCPenney, Macy’s y Kohl’s han anunciado también planes para cerrar tiendas, lo que refleja una tendencia preocupante en el comercio minorista estadounidense.

En un mercado que continúa enfrentando desafíos, estas decisiones subrayan la lucha de muchas empresas para adaptarse a un entorno económico cambiante.

Con la creciente competencia del comercio en línea y los cambios en los hábitos de consumo, el futuro de muchas tiendas físicas sigue siendo incierto.

La situación de Joann es un recordatorio de las dificultades que enfrentan los negocios tradicionales en la actualidad.