Un grupo de activistas lanza una campaña de boicot de 40 días contra Target, exigiendo la restauración de políticas de diversidad, equidad e inclusión.

El 18 de abril comenzará un boicot de tres días contra la cadena de tiendas Target, en un esfuerzo por presionar a la empresa a restaurar sus políticas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI).

Esta acción forma parte de una campaña más amplia llamada "Ayuno de Target", liderada por el pastor Dr. Jamal Bryant, que busca generar un cambio significativo en la empresa, la cual ha visto una disminución en sus acciones desde que anunció la reducción de sus programas DEI a principios de este año.

El movimiento comenzó con un boicot de un día el 28 de febrero, en coincidencia con el Mes de la Historia Negra, y ha evolucionado hacia un boicot indefinido a medida que los organizadores afirman haber tenido un impacto en las ventas de Target.

Según informes, los datos indican que las visitas a las tiendas han caído en un 8.1% en algunas ocasiones, mientras que las acciones de Target se han desplomado de 137,91 euros a 90,46 euros, lo que representa una caída del 34.4%.

Los organizadores del boicot argumentan que este es un momento crucial para que los consumidores se hagan escuchar y que, aunque las empresas han mostrado una resistencia a escuchar las demandas, el apoyo social a su causa ha sido fuerte.

Un sondeo reciente reveló que el 12% de los consumidores en Estados Unidos planean participar en el boicot de abril, destacando a Target como uno de los principales objetivos de la resistencia económica.

A lo largo de la historia, los boicots han demostrado ser una herramienta poderosa para incidir en políticas corporativas. Sin embargo, el impacto de estos movimientos puede ser variado. Algunos expertos sugieren que, aunque los boicots son efectivos para generar conciencia y atención mediática, a menudo no alteran significativamente el comportamiento del consumidor en el corto plazo.

La cuestión es si este boicot en particular será capaz de mantener el impulso necesario para provocar cambios reales en Target.

El "Ayuno de Target" no está solo; se encuentra en medio de una ola de campañas de boicot dirigidas tanto por activistas de la izquierda como de la derecha.

Mientras que algunos boicots han tenido éxito en forzar cambios en políticas corporativas, otros han fracasado debido a la falta de claridad en los mensajes o a la dificultad de mantener la participación de los consumidores a largo plazo.

El impacto de esta campaña se puede ver en la caída de las acciones de Target y en la disminución de la afluencia de clientes, lo que podría ser un indicativo de que los consumidores están prestando atención a las cuestiones de DEI y están dispuestos a actuar en consecuencia.

Los organizadores del boicot, como el Dr. Bryant, han señalado que la respuesta a su llamado ha sido abrumadoramente positiva, evidenciando un deseo de los consumidores de alinear sus compras con sus valores.

A medida que se acerca el 18 de abril, el boicot de tres días promete ser un evento significativo. Los consumidores están siendo instados a abstenerse de gastar dinero en Target y a apoyar a negocios locales en su lugar. Esta acción no solo busca afectar las finanzas de Target, sino también aumentar la presión para que la empresa reconsidere sus decisiones sobre DEI.

La pregunta que queda es si este movimiento puede realmente cambiar el rumbo de una de las cadenas minoristas más grandes de Estados Unidos, o si se convertirá en otra de las muchas campañas de boicot que no logran generar un cambio duradero.