Una colección de vehículos antiguos, incluyendo un coche fúnebre Cadillac de 1962 y un Buick Special de 1941, fue recientemente subastada en Michigan, revelando joyas olvidadas por décadas. Entre los autos se encuentran modelos de diversas épocas y marcas, algunos en estado de desuso y otros en proceso de restauración, despertando interés en coleccionistas y aficionados a los autos clásicos.

En un hallazgo poco común, aproximadamente 18 vehículos antiguos fueron recientemente sacados de un almacén en la pequeña comunidad de la Península de Keweenaw, en Michigan.

Entre las joyas encontradas se destacan un Cadillac hearse de 1962 y un Buick Special de 1941, ambos en estado de abandono, pero con un gran potencial para la restauración.

La subasta, que tuvo lugar la semana pasada, ha despertado el interés de coleccionistas y entusiastas del motor, quienes ven en estas piezas una oportunidad única para adquirir autos con historia y carácter.

Supuestamente, estos autos fueron almacenados en un granero conocido localmente como “Red Barn”, un lugar que data de principios del siglo XX y que ha sido un punto de referencia en la comunidad durante décadas.

La propietaria del lugar, Angie Foley, quien además es la actual supervisora y exsecretaria del municipio, adquirió el local este año con la idea de transformarlo en un espacio para eventos y bodas.

Sin embargo, antes de ello, tuvo que limpiar y preparar el espacio para la subasta.

Durante el proceso, Foley explicó que la colección incluía desde vehículos de mediados del siglo XX hasta modelos más recientes de los años 80 y 90, como algunos GMC y Dodge Ram de la década de los 90, además de otros autos clásicos de diferentes épocas.

La mayoría de estos vehículos no estaban en funcionamiento y mostraban signos evidentes de humedad, oxidación y deterioro en sus estructuras, resultado del paso del tiempo y las condiciones del lugar.

Supuestamente, uno de los autos más llamativos es un Cadillac hearse de 1962, que forma parte del folklore local. Se dice que uno de los clientes del bar cercano, donde Foley trabaja, llamado Clarence, llegó a posar en el coche en su propio funeral, una historia que se ha transmitido a través de generaciones.

Además, se subastaron un Buick Special de 1941 con un motor Straight-8 en un color verde frío, considerado por Foley como su favorito, y otros modelos históricos incluyendo un Hudson Hornet de 1956, un Cadillac de 1958, un Cadillac El Dorado convertible de 1972, un Chrysler Windsor de 1949 y un par de AMC Rambler Marlins.

Supuestamente, algunos vehículos, como un viejo Chevrolet Suburban, están en condiciones muy deterioradas, incluso sumergidos hasta la mitad de las ruedas.

La tarea de sacar estos autos del granero fue ardua y requirió un día completo de trabajo, durante el cual se evidenció cuán protegidos estaban algunos de ellos en su momento, aunque la humedad y el paso del tiempo no perdonaron.

Por el momento, Foley ha decidido no conservar ninguno de los autos para su colección personal, pero sí ha optado por mantener un camper tipo 'pop-up' de la marca Apache, que también fue parte de la subasta y que ahora planea usar en eventos y bodas en el futuro.

Este hallazgo ha puesto en evidencia cómo los autos en estado de almacenaje pueden convertirse en verdaderas joyas para los coleccionistas. La tendencia de vender vehículos olvidados en graneros, cobertizos o depósitos ha ido en aumento, con algunos modelos alcanzando precios muy por encima de su valor original, especialmente si logran ser restaurados.

Sin embargo, no todos los autos en estas condiciones valen la pena, y supuestamente, el proceso de restauración puede ser costoso y largo.

En conclusión, estos hallazgos en Michigan no solo representan una oportunidad para los coleccionistas, sino que también sirven como un recordatorio de la historia automotriz que yace en lugares insospechados.

La historia de estos vehículos y sus historias locales, como la del Cadillac hearse, enriquecen el patrimonio cultural y ofrecen un vistazo a épocas pasadas, preservando así la memoria de un tiempo en el que estos autos rodaban por las carreteras de Estados Unidos.