Supuestamente Amazon ha adquirido un gigantesco almacén en Florida para ampliar su red de distribución en Estados Unidos, en una de las mayores transacciones inmobiliarias del año en la región.

En una movida que ha sorprendido al mercado inmobiliario y logístico, Amazon habría comprado un enorme centro de distribución en Florida por un importe que, según supuestos, supera los 90 millones de euros.

La operación, presuntamente la más importante del sector en la región durante este año, refleja el compromiso de la compañía con su expansión en Estados Unidos y su estrategia de fortalecer su red de distribución para hacer frente a la creciente demanda.

El almacén, situado en la localidad de Ocala, en el estado de Florida, fue construido de forma anticipada por Red Rock Development y finalizado en 2023, en un proceso que supuestamente contó con una inversión significativa en su desarrollo.

La propiedad, que comprende aproximadamente 85.000 metros cuadrados de espacio de almacenamiento, se sitúa sobre una parcela de 37 hectáreas, ubicada estratégicamente cerca de otras instalaciones de grandes empresas como Chewy, FedEx y AutoZone, en lo que se conoce como una de las zonas logísticas más dinámicas de EE.UU.

La adquisición fue formalizada a través de la firma Amazon.com Services LLC, con sede en Seattle, que supuestamente pagó unos 97,675 millones de dólares, equivalentes a unos 87 millones de euros, según registros judiciales.

La compra fue realizada a través de LXP Industrial Trust, un fideicomiso dedicado a la inversión en inmuebles de clase A, que también ha sido responsable de otras transacciones relevantes en el mercado logístico estadounidense.

Este centro, que se construyó en un terreno sin arrendatario previo, forma parte de la estrategia de Amazon para reducir sus tiempos de entrega y optimizar su cadena de suministro en el país, especialmente en un contexto donde la competencia en comercio electrónico se ha intensificado con rivales como Walmart y Alibaba.

La inversión en infraestructura es, presuntamente, un indicio de que la compañía pretende seguir ampliando su presencia en el continente, apoyándose en su conocida capacidad de inversión y en la tendencia creciente del comercio digital.

Supuestamente, la compra también responde a la necesidad de Amazon de ofrecer un servicio más eficiente en su red logística, que en 2021 ya representaba cerca del 50% de sus gastos operativos globales.

La estrategia de la firma en los últimos años ha sido diversificar sus centros logísticos, no solo en EE.UU., sino también en Europa y Asia, donde ha invertido en nuevas instalaciones para reducir los costos y mejorar los tiempos de entrega.

Históricamente, Amazon ha sido pionera en el uso de centros de distribución automatizados y en la implementación de tecnologías innovadoras para gestionar sus inventarios y envíos.

La adquisición del centro en Florida, que se presume será equipado con sistemas de última generación, confirma su intención de mantener esa posición de liderazgo en el sector.

Además, esta inversión se realiza en un momento en que el comercio electrónico continúa creciendo a nivel global, impulsado por cambios en los hábitos de consumo y la digitalización de los servicios.

La operación en Florida también tiene un impacto local, ya que se estima que generará cientos de empleos directos e indirectos, fortaleciendo la economía de la región.

La zona, que en los últimos años ha visto un auge en inversiones inmobiliarias y logísticas, se consolida como uno de los puntos clave para empresas que buscan expandirse en el mercado estadounidense.

En conclusión, la presunta inversión de Amazon en este enorme centro logístico refleja su estrategia de seguir consolidándose como líder en comercio electrónico y logística, apostando por infraestructuras modernas y eficientes que le permitan ofrecer un mejor servicio a sus clientes y mantener su competitividad en un mercado cada vez más globalizado.