La selección masculina de vóleibol de Argentina debuta en el Campeonato Mundial en Filipinas, con Luciano De Cecco como su figura destacada, buscando repetir o mejorar su actuación anterior y estableciendo récords históricos en el deporte nacional.
Este sábado, la selección masculina de vóleibol de Argentina comenzará oficialmente su participación en el Campeonato Mundial de Filipinas, un evento que se realiza cada cuatro años y que reúne a los mejores equipos del mundo.
La acompañará en esta travesía un jugador emblemático, Luciano De Cecco, quien buscará consolidarse como el futbolista con más participaciones en mundiales en la historia de la disciplina.
De Cecco, de 37 años y capitán del equipo, llegará a su sexta participación en un Mundial, en una carrera que empezó en 2006 y que lo ha llevado a convertirse en una de las figuras más reconocidas del vóleibol mundial.
Además, si participa en este torneo, romperá un récord que comparte con otros grandes jugadores internacionales. Hasta ahora, el santafesino ha acumulado cinco apariciones en mundiales, disputando torneos en Japón 2006, Italia 2010, Polonia 2014, Italia/Bulgaria 2018 y Polonia/Eslovenia 2022, y en esta oportunidad aspira a jugar en una sexta edición, que sería un logro inédito para el vóleibol argentino.
El debut será frente a Finlandia, un equipo que ocupa actualmente la posición 18 en el ranking mundial, mientras que la selección argentina se ubica en el puesto 9.
El encuentro se jugará a las 23:30 hora local en el Mall of Asia Arena de Manila. Tras este primer duelo, los argentinos enfrentarán a Corea del Sur, en el choque programado para el lunes 15 de septiembre a la misma hora, y posteriormente cerrarán la fase de grupos contra Francia, en un partido clave que tendrá lugar el jueves 18 en la madrugada.
El equipo dirigido por Marcelo Méndez llega con expectativas renovadas tras una serie de preparaciones que incluyen triunfos notables en torneos amistosos en Polonia, donde conquistaron el Memorial HB Wagnes.
En esa competencia, los argentinos vencieron a rivales de gran nivel como Brasil y Serbia, con sets muy ajustados, y también lograron derrotar a su clásico rival, Chile, en un encuentro muy parejo.
El rendimiento reciente de Argentina refuerza el optimismo de cara al Mundial. La participación en este torneo tendrá un formato diferente al de ediciones anteriores, con 32 equipos distribuidos en ocho grupos. Solo los dos mejores de cada grupo avanzarán a los octavos de final, que se desarrollarán en Manila entre el 20 y el 23 de septiembre. De avanzar, el conjunto argentino podría enfrentarse a uno de los favoritos, como Italia o Serbia, en la instancia de eliminación directa, con la esperanza de llegar lo más lejos posible.
Históricamente, Argentina logró su mejor resultado en el Mundial en 1982, cuando en su propio país obtuvo la medalla de bronce. Desde entonces, el equipo ha tenido altibajos, pero siempre ha demostrado un gran espíritu competitivo. La pasada edición, en Polonia y Eslovenia, culminó con una clasificación a los cuartos de final, rompiendo una sequía de 20 años sin ingresar entre los ocho mejores, pero sin poder avanzar más allá.
Para este torneo, la expectativa es que Argentina pueda repetir o mejorar esa actuación, y De Cecco, como líder y símbolo del equipo, buscará cerrar su ilustre carrera con un desempeño destacado.
Los partidos en el grupo C lo enfrentan a Finlandia, Corea del Sur y Francia, donde la experiencia y la juventud del plantel argentino podrían ser determinantes.
El Mundial de 2025 en Filipinas presenta un escenario global que mira con atención a diversos equipos latinoamericanos, pero Argentina mantiene sus aspiraciones de dar la sorpresa y meterse en la parte alta del torneo.
La pasión por el vóleibol en Argentina, una disciplina que ha crecido considerablemente desde la obtención del bronce en 1982, sigue siendo un símbolo de orgullo nacional.
La historia de De Cecco y su lucha constante por alcanzar la excelencia reflejan ese espíritu que caracteriza a la selección albiceleste.
El evento también será una plataforma para que nuevos talentos argentinos puedan brillar en el escenario mundial, consolidando así el crecimiento del vóleibol en el país.
Todo esto en un contexto donde Europa y Asia dominan actualmente el deporte, pero Argentina busca recuperarse y posicionarse en lo más alto. Sin duda, las próximas semanas serán cruciales para definir el destino de la selección en su esfuerzo por lograr un sueño más en su andanza por el máximo nivel del vóleibol mundial.