Vélez Sarsfield se llevó una victoria por 1-0 ante Ferrocarril Midland en el encuentro correspondiente a la Copa Argentina, logrando así su avance a los 16avos de final del torneo.

El único gol del partido llegó a los 32 minutos del segundo tiempo y fue anotado por Braian Romero, quien ejecutó un penal. Este tanto significó un alivio monumental para el equipo de Liniers, que había experimentado una dramática sequía goleadora de 847 minutos, convirtiéndose en la segunda peor marca de la historia del fútbol argentino.

Este récord negativo solo es superado por la racha de 874 minutos sin goles del club Ferro en 1999, dejando claro el impacto que tuvo esta victoria para el plantel.

La Copa Argentina es conocida por su capacidad de generar sorpresas, donde los equipos de mayor categoría se enfrentan a rivales de divisiones inferiores en emocionantes partidos.

Desde que el torneo comenzó en 2012, ha habido varios episodios sorprendentes, incluido el memorable triunfo de Real Pilar, un equipo de la última categoría, que eliminó a Vélez en 2019.

Hoy, la responsabilidad del ahora campeón vigente del fútbol argentino era considerable, ya que no solo se trataba de enfrentar a Midland, un equipo que luchaba por dejar su marca en este torneo, sino también de lidiar con la presión que generaba la prolongada falta de goles.

Desde su última conquista ante Huracán, Vélez había acumulado 770 minutos sin lograr marcar, un dato que aumentó las dudas sobre el rendimiento del equipo y generó críticas.

El partido se llevó a cabo en el estadio de Platense y aunque Vélez finalmente se llevó el triunfo, el encuentro no fue del todo convincente. Midland mostró determinación a pesar de sus limitaciones, logrando causar problemas en varias ocasiones al arco defendido por Marchiori. Por su parte, Vélez alternó entre momentos de buen juego y otros de nerviosismo, donde bien podría haber sido Midland el que abriera el marcador.

Con el arranque del segundo tiempo, la presión aumentó al ver que el equipo ya llevaba más de 800 minutos sin marcar. Sin embargo, el momento decisivo llegó cuando el árbitro Hernán Mastrángelo expulsó erróneamente a un jugador de Midland, lo que desequilibró el partido a favor de Vélez.

Luego de la expulsión, Midland estuvo muy cerca de anotar primero, si no fuera porque la pelota se estrelló en el palo tras un tiro libre que llevó el número de ocasiones en su búsqueda por el gol.

El gol del penal ejecutado por Braian Romero se convirtió en el momento que definió el partido, aunque la ejecución no fue la mejor, ya que el disparo fue débil y el arquero rival, Maldonado, no pudo contenerlo.

Midland, a pesar de estar en desventaja numérica, mostró coraje y estuvo cerca de empatar en varias ocasiones, generando una atmósfera de incertidumbre hasta el último instante.

Después del triunfo, el elenco de Vélez celebró la victoria, aunque con cautela. Este domingo, el equipo se prepara para recibir a Huracán en su estadio José Amalfitani, un rival que evoca recuerdos del último gol logrado y la celebración del título.

Ahora, el desafío para Vélez será no solo continuar su camino en la Copa, sino también romper una racha de 630 minutos sin marcar en la liga, un registro que marca los peores inicios de temporada para un campeón vigente en la historia del fútbol argentino.