Cuatro cardenales argentinos participan en el cónclave, con vínculos tanto con San Lorenzo como con otras hinchadas, reflejando la pasión futbolera en la política eclesiástica. La influencia del deporte en la Iglesia continúa siendo un elemento destacado en la elección del próximo Papa.
El proceso de selección del próximo Papa en el Vaticano siempre genera una gran expectativa, pero en estos tiempos, la influencia de las pasiones futboleras de los cardenales argentinos añade un matiz particular a la historia.
Cuatro de ellos, ligados a diferentes clubes, participan en el cónclave, elevando la combinación de fe, tradición y pasión por el fútbol en la política eclesiástica.
Uno de los más destacados es el arzobispo de Buenos Aires, Mario Aurelio Poli, un ferviente hincha de San Lorenzo. Con un pasado cercano a la comunidad del club del barrio de Boedo, donde se han celebrado homenajes y misas en su honor, Poli representa esa línea pastoral que busca armonizar el compromiso social con las raíces deportivas.
En 2013, cuando Francisco aún era cardenal, ambos compartieron un vínculo cercano, reforzado por su pasión común por el Ciclón.
Otro cardenal que podría ser protagonista en la elección es Víctor Manuel