Miles de aficionados de Manchester United y Tottenham se preparan para la final en Bilbao, pero UEFA advierte sobre la compra de entradas no autorizadas que pueden impedir su ingreso al estadio.

Este miércoles, Bilbao será escenario de una de las finales más esperadas de la Europa League, reuniendo a miles de seguidores de dos clubes con grandes historias en el fútbol europeo: Manchester United y Tottenham.

La ciudad vasca, que en 2014 fue sede de la fase final de la Champions League gracias a la influencia de figuras como Ángel María Villar, quien en ese momento era vicepresidente de FIFA y UEFA, ha recibido la responsabilidad de albergar este importante evento.

La final, que tendrá lugar en un estadio con capacidad para 50,000 espectadores, asignó 15,000 entradas a cada uno de los equipos, con precios que oscilaban desde los 40 euros (unos 37 euros al cambio actual) en la venta oficial.

Sin embargo, en plataformas secundarias y sitios de reventa, se han llegado a solicitar sumas que superan los 3.700 euros (unos 3.500 euros), cifras que reflejan la alta demanda y la especulación que rodea a estos eventos.

La UEFA, organismo rector del fútbol europeo, advirtió a los aficionados sobre los peligros de adquirir entradas no autorizadas, ya que estas podrían ser canceladas en cualquier momento y, en consecuencia, impedir el ingreso a la final.

Además, señalaron que solo las entradas adquiridas a través de los canales oficiales, que incluyen una aplicación móvil con medidas de seguridad avanzadas, garantizan el acceso al estadio.

Desde 2021, la UEFA distribuye digitalmente todas las entradas para evitar fraudes y reventas ilegales. La aplicación móvil permite verificar que la entrada solo pueda ser utilizada en el dispositivo con el que fue descargada, eliminando la posibilidad de compartirla o hacer capturas de pantalla válidas.

A pesar de estas medidas, la compra a terceros no autorizados sigue siendo un riesgo, pues aquellos que adquieren entradas por canales no oficiales pueden ser rechazados en la puerta del estadio.

El contexto de la elección de Bilbao como sede no fue casual. La ciudad fue seleccionada en 2021 como una forma de compensar a la región, después de que en 2020 UEFA decidiera no realizar la final en la misma ciudad debido a las restricciones sanitarias por la pandemia de COVID-19.

En 2014, Bilbao fue sede de la fase final de la Champions League, un evento que puso en el mapa internacional a esta ciudad vasca, cuyo legado en el fútbol se remonta a décadas atrás, con figuras como Ángel María Villar promoviendo el deporte en la región.

La afluencia de seguidores de Manchester United y Tottenham, que se espera sea numerosa, ha generado un auge en la reventa de entradas a precios exorbitantes, lo que preocupa tanto a las autoridades como a los organizadores.

La UEFA ha reiterado que solo las entradas adquiridas a través de sus canales oficiales garantizan el acceso, y que la venta ilegal puede tener consecuencias legales para los responsables.

En definitiva, Bilbao se prepara para recibir a miles de fanáticos, pero también para luchar contra las prácticas fraudulentas que ponen en riesgo la seguridad y la experiencia de los asistentes.

La final de la Europa League no solo será un espectáculo deportivo, sino también un recordatorio de la importancia de adquirir las entradas de manera legal y segura para disfrutar de un evento que quedará en la historia del fútbol europeo.