La albiceleste ajusta su calendario y decide no realizar la gira por China, optando por jugar contra México en EE.UU. en octubre, buscando mayor logística y competencia previa al Mundial 2026.
Todo en el mundo del fútbol está en constante cambio, y la planificación de la selección argentina no es la excepción. Con la mira puesta en el Mundial de 2026, donde Argentina buscará defender su tercera estrella, la organización del equipo ha decidido modificar su estrategia de preparación.
La decisión más relevante ha sido abandonar la gira planificada en China, que anteriormente había sido considerada una de las principales sedes para encuentros amistosos, y en su lugar, programar un partido contra México en Estados Unidos.
Este cambio responde a la necesidad de optimizar logística y competitividad, en un contexto donde la selección busca llegar en las mejores condiciones al Gran Mundial.
Antes, la idea era que la albiceleste viajara a Asia en la fecha FIFA de octubre para jugar en China, donde había programados partidos amistosos con diferentes rivales.
Sin embargo, esta planificación se vio afectada por diversos factores políticos y logísticos. La tensión diplomática y las restricciones sanitarias en China generaron complicaciones para la participación de la selección, incluyendo la cancelación de partidos con otros países.
Además, la presencia de jugadores argentinos en Europa y en Estados Unidos, donde actualmente actúan figuras como Lionel Messi y Rodrigo De Paul, hacía más difícil una gira larga y desplazamientos internacionales.
Por ello, el cuerpo técnico liderado por Lionel Scaloni y la dirigencia de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), encabezada por Claudio 'Chiqui' Tapia, decidieron rediseñar el calendario.
No es la primera vez que se opta por cancelar un plan previo; en 2023, Argentina había programado una gira por China que fue cancelada debido a los crecientes problemas diplomáticos con Hong Kong y el impacto negativo en la presencia de Messi, entonces en Inter Miami.
En aquella ocasión, la tensión entre China y Hong Kong llevó a que Hangzhou cancelara un amistoso ante Nigeria, lo que influyó en la estrategia de preparación para futuras competiciones.
En esta ocasión, el motivo principal es la logística y la búsqueda de una mayor competencia. Después de la reciente doble fecha de Eliminatorias Sudamericanas, donde Argentina jugará contra Venezuela en el Monumental y visitará a Ecuador en Quito, el encuentro amistoso contra México, programado entre el 8 y 14 de octubre, será fundamental para fortalecer al equipo.
La sede elegida para este encuentro es Chicago, un escenario con gran tradición en el fútbol internacional y donde la selección argentina ha tenido buenas actuaciones en el pasado.
Este enfrentamiento será particularmente significativo, ya que será la primera vez que Argentina y México jugarán desde aquella memorable victoria en Lusail durante la final del Mundial Qatar 2022, cuando Messi lideró a la selección en un partido lleno de dramatismo y emoción.
En aquel encuentro, Messi fue clave en la remontada y en la obtención del título, un logro que consolidó la posición del astro como uno de los mejores de la historia.
La disputa con México en octubre permitirá a Scaloni y su cuerpo técnico evaluar al equipo en un escenario competitivo y preparar de mejor manera la siguiente fase de eliminatorias y el Mundial.
Por otra parte, en noviembre, Argentina tiene previsto realizar un amistoso en Angola, en una iniciativa que busca fortalecer lazos deportivos y culturales.
La Federación Angoleña de Fútbol, en colaboración con la AFA, planea celebrar el 50 aniversario de la independencia de Angola, y uno de los objetivos es que Lionel Messi participe en ese juego.
Este amistoso ofrecerá una oportunidad única para fortalecer vínculos históricos y promover el fútbol en África, un continente con un crecimiento exponencial en talento y visibilidad.
Angola, conocida como las 'Palancas Negras', ocupa actualmente el 87º puesto en el ranking FIFA y solo participó en un Mundial, en Alemania 2006. La relación entre Argentina y Angola se remonta a aquel amistoso en 2006, donde la selección argentina ganó 2-0 en Italia con goles de Maxi Rodríguez y Juan Pablo Sorín.
La presencia de Messi en ese entonces, aún en los primeros años de su carrera, marcó un capítulo importante en los lazos deportivos entre ambas naciones.
En resumen, la selección argentina apuesta a un calendario ajustado y estratégico, con partidos que fortalezcan el equipo tanto en Europa como en Estados Unidos y África.
La decisión de jugar en Chicago contra México y promover encuentros en otros continentes refleja su interés en competir y prepararse a la perfección para el próximo Mundial, que promete ser uno de los más importantes en la historia reciente del fútbol argentino.