El club San Lorenzo atraviesa una grave crisis económica y administrativa, con varias inhibiciones y una deuda total que supera los 2,75 millones de dólares (aproximadamente 2,6 millones de euros). La situación afecta sus posibilidades de incorporar nuevos jugadores y pone en riesgo su estabilidad institucional en un momento clave.
Cada día que pasa, la situación en San Lorenzo se vuelve más alarmante. El club del Bajo Flores encara una serie de problemas que parecen no tener fin, y la crisis económica y administrativa se profundiza cada jornada. La semana reciente dejó en evidencia la gravedad de la crisis, cuando se registraron cinco nuevas inhibiciones ante FIFA, sumando en total once bloqueos que impiden al club realizar transferencias o inscribir jugadores nuevos.
Desde mediados de año, San Lorenzo acumula diversas deudas que le impiden cumplir con sus obligaciones financieras y que, además, le restrigen la posibilidad de reforzar su plantel para la temporada que viene.
La historia del club siempre ha estado marcada por épocas de altibajos, pero en los últimos tiempos la situación se ha agravado notablemente. La gestión sin presidente formal, tras la salida de Marcelo Moretti y las renuncias en la Comisión Directiva, ha contribuido a un escenario de incertidumbre y conflictos internos.
La situación ha sido agravada por las inhibiciones impuestas por FIFA, que suman un total de once bloqueos. A estas se suman deudas por aproximadamente 3 millones de dólares (unos 2,75 millones de euros), incluyendo obligaciones con jugadores y clubes por transferencias, cuotas impagas y otros cargos administrativos.
Entre las deudas principales se encuentran: pendientes con el portero Diego “Torito” Rodríguez, la compra de Adam Bareiro, y obligaciones con clubes como Monterrey y Austin FC, que suman más de 2,2 millones de dólares en total (cerca de 2 millones de euros).
Para entender la gravedad de la situación, es importante recordar que San Lorenzo, uno de los cinco grandes del fútbol argentino, tiene en su historia momentos de gloria, incluyendo éxitos internacionales como la Copa Libertadores en 2014 y múltiples campeonatos nacionales.
Sin embargo, en la actualidad, la institución enfrenta un ciclo de crisis que pone en jaque su estabilidad.
La capacidad económica de San Lorenzo también está en entredicho por el reclamo de un fondo suizo, AIS Investment Fund, que exige el pago de aproximadamente 5 millones de dólares (unos 4,6 millones de euros) en concepto de deuda.
Aunque la institución ha logrado postergar el pago, esta situación genera una enorme tensión y pone en riesgo futuras operaciones, además de aumentar las dificultades para negociar fichajes en el mercado de verano.
Mientras tanto, la dirigencia del club aguarda que Marcelo Moretti llame a una reunión de la Asamblea de Comisión Directiva, en la que podría definirse la continuidad o un cambio en la gestión, dado que algunas renuncias aún están pendientes de formalización y la incertidumbre institucional sigue en aumento.
El escenario de San Lorenzo, por tanto, es preocupante. Sin un rumbo claro y con múltiples inhibiciones y deudas, el club necesita tomar decisiones urgentes para resolver estos conflictos y poder empezar a reconstruir su economía y su estabilidad institucional.
La situación exige de una gestión eficaz y transparente que pueda devolver la confianza a los hinchas y asegurar un futuro más solvente para la institución.