El club San Lorenzo atraviesa una grave crisis interna tras la solicitud de destitución del presidente Marcelo Moretti, mientras crecen las investigaciones judiciales y la intervención de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). La situación política y judicial pone en vilo la estabilidad del club y genera confrontaciones que podrían culminar en la salida del mandatario, generando preocupación entre sus socios y seguidores.

San Lorenzo de Almagro, uno de los clubes históricos del fútbol argentino, se encuentra en medio de una profunda crisis institucional que amenaza con desestabilizar su estructura directiva.

La situación se agudizó tras la aprobación, por parte del Tribunal de Ética y Disciplina del club, de solicitar la destitución del presidente Marcelo Moretti, quien asumió en diciembre de 2023 tras una controvertida elección.

La resolución del tribunal, con una mayoría de seis votos contra uno, ordena que la Asamblea de Representantes del club convoque a una sesión para votar la destitución y la expulsión de Moretti, debido a acusaciones graves relacionadas con manejo irregular y conductas sospechosas.

El proceso, sin embargo, se ve enfrentado a la intervención de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), la cual emitió un comunicado formal solicitando que las instituciones involucradas se abstengan de continuar con cualquier procedimiento respecto al presidente del club.

La AFA argumentó que ya existe una investigación judicial activa en torno a Moretti, por lo que considerar otros procesos internos sería redundante y podría entorpecer las causas judiciales en curso.

Esta medida de la máxima autoridad del fútbol local añade un nivel de complejidad a la crisis del club y pone en duda la viabilidad de que la destitución se concrete en los tiempos previstos.

Desde el punto de vista deportivo, San Lorenzo logró un traspié en el inicio del torneo, con una victoria ajustada de 1-0 contra Talleres en Córdoba, pero lo que verdaderamente preocupa son los problemas internos.

La situación política en el club refleja divisiones profundas, con diferentes facciones de socios y dirigentes que toman posiciones enfrentadas ante la posible salida de Moretti.

La denuncia por 'administración infiel', que involucra la aparición de un video en el que se lo ve cobrando una coima de 25 mil dólares para fichar a un juvenil en las inferiores del club, alimenta la tensión.

Este hecho, difundido en medios y redes sociales, perjudica la imagen del club y enciende alarmas entre los seguidores.

El proceso para destituir a Moretti requiere una mayoría calificada en la Asamblea, que está compuesta por 90 miembros, de los cuales 60 corresponden al oficialismo, denominado 'Boedo en Acción', y 30 son disidentes distribuidos en varias agrupaciones opositoras.

Para que la destitución tenga efecto, se necesitan al menos 68 votos favorables, lo que implica que el oficialismo más disidentes deben coordinarse en una votación crucial.

La resistencia interna y la posible reconfiguración del poder en el club hacen que el escenario esté abierto a múltiples desarrollos.

Mientras tanto, en el ámbito judicial, Moretti ya enfrentó citaciones y recusaciones. El pasado mes, fue llamado a declarar ante el Ministerio Público Fiscal en relación con las acusaciones de administración fraudulenta, que según la fiscal Mónica Cuñarro, estarían respaldadas por pruebas concretas.

La causa, que inicialmente fue radicada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, aún está en trámite para determinar si corresponde continuar en esa jurisdicción o derivarse a la justicia federal.

La investigación se basa en la posible malversación de fondos y operaciones irregulares en la administración del club.

El futuro del club depende ahora de la resolución de estos conflictos. La Comisión Directiva, encabezada por Julio Lopardo en función de la presidencia, debe decidir si continúa con el proceso de destitución o suspende las acciones tras la intervención de la AFA.

La convocatoria a la Asamblea será crucial, ya que, considerando los votos necesarios, la estrategia de negociación y alianzas será determinante para definir si Moretti logra mantenerse en el cargo o es apartado definitivamente.

San Lorenzo, con una historia que data de 1908 y múltiples títulos nacionales e internacionales, enfrenta en estos momentos la mayor prueba de su estructura institucional en décadas.

La estabilidad del club pende de un hilo, y las decisiones que tomen sus socios y dirigentes en las próximas semanas definirán su rumbo en un contexto de alta tensión política y judicial, que trasciende los límites deportivos y forma parte de la complejidad actual del fútbol argentino.