La dirigencia de San Lorenzo apuesta a resolver internamente sus conflictos y recibe un respaldo judicial que impide la quiebra del club, mientras la crisis sigue latente en la institución.

La situación en San Lorenzo de Almagro continúa siendo un tema de gran relevancia en el fútbol argentino, debido a la serie de conflictos internos y judiciales que atraviesa el club.

La semana pasada, se esperaba una reunión clave entre la dirigencia del club y el máximo organismo del fútbol argentino, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

Sin embargo, dicha reunión fue suspendida en varias ocasiones, principalmente por filtraciones a la prensa que complicaban la confidencialidad del encuentro.

Finalmente, en un encuentro reducido en el predio de Ezeiza, los principales dirigentes del oficialismo azulgrana y el presidente de la AFA, Claudio Tapia, se reunieron para discutir la delicada situación del club.

Entre los presentes, destacaba la presencia de Marcelo Moretti, quien actualmente se encuentra con licencia debido a acusaciones graves en su contra. Moretti está siendo investigado por un video en el que se lo ve recibiendo aproximadamente 22.500 euros en una Cámara Oculta, presuntamente a cambio de fichar a un juvenil en las inferiores del club. Este incidente ha generado un fuerte revuelo en la institución y en el fútbol en general.

Claudio Tapia aclaró que no intervenirá en los asuntos internos del club, dejando en claro que San Lorenzo debe resolver sus problemas por sí mismo.

Sin embargo, remarcó que “el club no puede seguir en esta situación” y que los directivos deben actuar con rapidez. La reunión fue muy reservada, dada la filtración previa y la atención mediática que generaba la polémica, evitando así que opositores y periodistas accedan con facilidad.

Por estos días, los dirigentes que apoyan a Moretti y lideran la administración del club están enfrentados con quienes buscan promover cambios profundos en la estructura del club.

La tensión llegó a un punto que motivó la renuncia del vicepresidente Néstor Navarro y de la secretaria de actas Daniela Méndez Righi. Otros miembros también consideraron abandonar sus cargos, pero la dirigencia intentó evitar que la situación derivara en una crisis de gobernabilidad, frenando posibles dimisiones en masa.

En el plano judicial, San Lorenzo recibió una notoria noticia positiva: la Justicia rechazó un pedido de quiebra presentado por el fondo suizo AIS Group, que reclamaba más de 3.650.000 euros (equivalente a unos 3,2 millones de dólares) por deudas impagas. La Justicia decidió que no hay motivos suficientes para avanzar con la quiebra y le dio un respiro a la institución, aunque el fondo puede apelar la decisión.

La deuda del club con el fondo suizo ha sido una de las principales preocupaciones en los últimos meses, y su rechazo por parte de la justicia otorga un poco de alivio en un contexto marcado por la incertidumbre.

A pesar de ello, la situación interna de San Lorenzo aún no está resuelta, y la continuidad de la gestión se encuentra en un estado delicado. La próxima reunión de la Comisión Directiva está programada para el jueves en el Estadio Nuevo Gasómetro, donde los dirigentes intentarán definir la estructura de la nueva comisión directiva y designar a un nuevo presidente, en reemplazo de Moretti.

Uno de los nombres que toma fuerza en medio de la crisis es el de Julio Lopardo, quien ya pidió disculpas por unas declaraciones anteriores y busca consolidar su liderazgo.

Además, se barajan otros posibles candidatos, entre ellos Andrés Terzano, actual vice segundo, quien podría tener un papel relevante en la reconstrucción institucional.

Mientras tanto, la presión sobre la gestión de San Lorenzo continúa en aumento, y el futuro del club dependerá en gran medida de las decisiones que tomen sus directivos en los próximos días.

La historia del club, fundado en 1908 y considerado uno de los más grandes del fútbol argentino, ha pasado por momentos críticos en distintas épocas, pero la situación actual, marcada por conflictos internos y cuestiones judiciales, amenaza con complicar aún más su rumbo.

La esperanza de los hinchas y socios está puesta en una pronta resolución que permita estabilizar la institución y recuperar su prestigio tanto en el país como en el ámbito internacional.