La situación política en San Lorenzo se intensifica ante la vuelta de Marcelo Moretti a funciones directivas y la fuerte manifestación de los hinchas pidiendo su renuncia, en medio de un clima de tensión en la institución.
La actualidad en San Lorenzo de Almagro atraviesa un momento de gran agitación y tensiones internas, evidenciando una profunda crisis que involucra a directivos, hinchas y la dirigencia del club.
Todo comenzó cuando Marcelo Moretti, ex dirigente y actualmente en situación legal en medio de acusaciones que lo vinculan con irregularidades, anunció su intención de retomar sus funciones en la institución, tras haber solicitado una licencia que, sin embargo, no impidió que permaneciera en contacto con decisiones importantes del club.
Moretti, en declaraciones a Infobae, afirmó que volvería a ejercer sus funciones habituales, asegurando que su distancia física no impidió su participación activa en asuntos del club.
Según sus palabras, participó en la venta de jugadores como Braida y en decisiones relacionadas con el cuerpo técnico, incluyendo la salida de Miguel Russo.
Además, explicó que gestionaba desde su hogar y que no estaba impedido legalmente para retomar el cargo, tras haber estado 120 días sin estar procesado en causas judiciales relacionadas con su gestión anterior.
La reacción de los hinchas no se hizo esperar. En la sede del club en Avenida La Plata, miles de simpatizantes se congregaron en una manifestación en paz pero enérgica, exigiendo la renuncia de Moretti y reclamando mayor transparencia y elecciones en la institución.
La protesta estuvo marcada por banderas, pancartas, bombas de humo y canciones que pedían cambios profundos en la conducción del club. Entre las expresiones más fuertes, destacó un cartel con la imagen de Moretti recibiendo dinero y la leyenda “¿Cómo está el nene?”, haciendo referencia a acusaciones de corrupción que pesan sobre el directivo.
Asimismo, se lanzaron dólares ficticios, en alusión a la viralización de imágenes en las que se lo ve recibiendo dinero en efectivo, alimentando la indignación de los presentes.
La situación ha dividido a la comunidad del club, con algunos dirigentes defendiendo la continuidad de Moretti, mientras que otros, como Ignacio Carreira, asambleísta y encargado de la reserva, presentaron su renuncia, lamentando el “circo institucional” y el daño que ello le causa a la institución.
En medio de esta crisis, desde la dirigencia se anunció que los hinchas están en proceso de juntar unas 5.000 firmas para convocar a una Asamblea y que se vote el respecto del tribunal de ética, en un intento de resolver la situación institucional. La tensión llegó al punto de que algunos dirigentes y socios consideran inevitable que se convoquen elecciones anticipadas, mientras la imagen del club se ve gravemente afectada.
Por otro lado, la incertidumbre también alcanza el plano deportivo, ya que muchos se preguntan si Moretti asistirá al estadio para el partido contra Instituto, programado para el fin de semana.
Recordemos que en mayo pasado, pese a estar en licencia, intentó asistir a un encuentro en el Nuevo Gasómetro durante la semifinal contra Platense, llegando solo minutos después del inicio para evitar enfrentarse con los hinchas y siendo acompañado por seguridad.
Este contexto refleja una crisis institucional que tiene raíces profundas en la historia del club, donde los problemas de gestión y acusaciones de corrupción han generado desconfianza entre los hinchas, socios y la estructura directiva.
La situación en San Lorenzo es solo uno de los ejemplos de los desafíos que enfrentan muchos clubes sudamericanos en tiempos recientes, donde la gestión transparente y la participación activa de los hinchas son fundamentales para garantizar la estabilidad y sostenibilidad de las instituciones deportivas.
Con el paso de los días, se espera que la situación se abra a soluciones políticas y legales que permitan restablecer la confianza y definir un rumbo claro para el futuro del club, siempre en busca de mantener la tradición y la pasión que caracteriza a la hinchada del Ciclón.