El mundo del rugby en Buenos Aires expresó su pesar por la trágica muerte de Uriel Larragueta, capitán del equipo juvenil del Club San Albano. La comunidad deportiva y los clubes vecinos enviaron condolencias, mientras la investigación apunta a un posible suicidio.
La comunidad del rugby en Argentina atraviesa un momento de profunda tristeza tras la pérdida de Uriel Larragueta, un joven de 19 años y capitán del equipo M19 del Club San Albano, ubicado en Burzaco, Buenos Aires.
La noticia de su fallecimiento, ocurrida este domingo, conmocionó tanto a la institución como a la comunidad deportiva bonaerense, generando un fuerte impacto emocional en todos aquellos que conocían a Uriel y compartían su pasión por el rugby.
El club San Albano emitió un comunicado oficial a través de sus redes sociales, expresando su profundo dolor y acompañando a la familia, amigos y compañeros en este momento de dolor.
El texto resaltó que Uriel había dejado una huella imborrable en quienes compartieron con él momentos en la cancha y en la vida del club. “Con profundo pesar despedimos a nuestro capitán de la categoría M19, Uriel Larragueta. Valoramos y respetamos a su familia y amigos, y enviamos nuestras condolencias en estos días difíciles”, expresó la institución.
Uriel, nacido el 12 de abril de 2006, originario del sur del conurbano bonaerense, había sido parte del club San Albano desde muy joven. No solo destacaba por su talento deportivo, sino también por su liderazgo, compañerismo y fuerte carácter de equipo. La comunidad del rugby en Buenos Aires reconoce que su presencia era un ejemplo de compromiso y pasión por el deporte.
La tristeza por la pérdida de Uriel fue compartida por clubes vecinos como Pucará, Defensores de Glew y otros, quienes enviaron mensajes de condolencias y apoyo para la familia y la comunidad del San Albano.
Además, la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA) expresó su acompañamiento, respetando la delicada situación y evitando pronunciamientos apresurados.
Tras conocerse la causa de su fallecimiento, trascendió una información que apunta a que la muerte podría haber sido un suicidio, según las declaraciones del periodista Mauro Szeta.
Sin embargo, la familia y la institución han decidido mantener la prudencia y respetar el proceso de duelo, sin pronunciarse públicamente mientras atraviesan este difícil momento.
Este trágico suceso no solo afecta a la institución, sino que también ha provocado una reflexión profunda acerca del bienestar emocional y la salud mental en el deporte juvenil.
La comunidad del rugby, con su fuerte espíritu de camaradería y solidaridad, se encuentra unida en el homenaje a Uriel, quien en vida fue un referente y un ejemplo de liderazgo.
Desde la historia del rugby en Argentina, muchos han resaltado que el deporte, además de fomentar la competencia y el desarrollo físico, también debe promover la atención y el apoyo emocional a sus jóvenes deportistas.
En ese sentido, organizaciones deportivas y clubes se han comprometido a reforzar sus campañas de concientización y prevención para evitar futuras tragedias.
Mientras la comunidad continúa procesando esta pérdida, la figura de Uriel Larragueta se consolida como símbolo de pertenencia y legado. Su historia, marcada por pasión, entrega y liderazgo, será recordada como un ejemplo para las futuras generaciones de jugadores de rugby en Argentina.