El equipo de rugby de Argentina, conocido como Los Pumas, vive uno de sus momentos más destacados en la historia reciente tras conseguir una victoria épica en su viaje a Escocia.

Con una actuación que será recordada por many años, lograron revertir un marcador adverso y vencer a los escoceses en su propio territorio, en un partido que quedará en los anales del rugby mundial.

La hazaña ocurrió en el estadio Murrayfield, donde hasta ahora Argentina no había conseguido sumar un triunfo desde 2009. La victoria no solo significó romper una mala racha de más de una década sin triunfos en ese escenario emblemático, sino que también consolidó a Los Pumas como protagonistas principales del rugby internacional.

El resultado fue clave para asegurar su clasificación directa al próximo Mundial de Rugby en Australia, programado para 2027, sin necesidad de pasar por repechajes.

Argentina, actualmente ubicada en el sexto puesto del ranking mundial de la World Rugby, se colocó en el grupo de las mejores selecciones junto a Sudáfrica, Nueva Zelanda, Irlanda, Inglaterra y Francia.

Esta posición en el ranking les permite acceder directamente a la fase de grupos del torneo, una noticia que llena de esperanza y orgullo a los argentinos, especialmente considerando el crecimiento del nivel del equipo en los últimos años.

La actuación del equipo argentino en esta ventana de noviembre ha tenido tintes históricos. En los últimos partidos, lograron imponerse a equipos de alto calibre, incluyendo una victoria convincente contra Fiji por 38-18 y, lo que fue aún más destacado, una sorprendente remontada frente a Nueva Zelanda, con resultados similares a los de Argentina frente a Escocia: lograron revertir un marcador adverso de 0-12 en el segundo tiempo, conquistando cuatro tries consecutivos.

Este desempeño se vio reforzado por las declaraciones de Pablo Matera, uno de los jugadores con más experiencia y capitán del equipo, quien expresó su confianza en el proceso de crecimiento del equipo.

Matera destacó que la clave de la victoria contra Escocia fue la perseverancia y la creencia en la capacidad del grupo, incluso cuando el marcador reflejaba una diferencia de 21 puntos en contra a los 14 minutos del segundo tiempo.