El equipo rosarino no logró mantener su posición en la zona B tras el empate contra Platense, cuyo rendimiento generó dudas entre los aficionados.
Rosario Central, ya clasificado para la siguiente fase, enfrentó a Platense en un partido que resultó en empate 0 a 0, lo que les hizo renunciar a la primera posición en la zona B del torneo.
Esta derrota contextualizada en el campo dejó a Independiente como líder absoluto con una ventaja de dos puntos sobre los rosarinos.
El encuentro, jugado en la noche de Vicente López, fue considerado por muchos como un juego carente de emoción y vitalidad. Durante la primera mitad, ambos equipos tuvieron oportunidades, pero solo se contabilizaron un par de acciones peligrosas. La primera llegó de la mano de Leonel Picco, cuyo remate fue desviado notablemente por el arquero Jorge Broun, quien la envió a un costado, mientras que la segunda fue un intento de Agustín Sández, atajado por el arquero Juan Pablo Cozzani justo antes del descanso.
A pesar de las intentos de Platense por controlar el juego y mantener la posesión del balón, su esfuerzo se vio opacado por la falta de claridad en los últimos metros, impidiendo que lograran concretar en el marcador.
Por su parte, Rosario Central se ordenó defensivamente, intentando recuperar territorialidad para luchar por la posesión ante el local. Los equipos intercambiaron el esférico bajo una suave llovizna, creando una atmósfera tensa y poco inspiradora para ambos bandos.
El segundo tiempo, sin embargo, deterioró aún más el espectáculo, pues se sucedieron las interrupciones por faltas excesivas cometidas de ambos lados, lo que transformó el ritmo ya pausado del partido en algo casi soporífero.
Este ritmo lento, sumado a las varias paradas producidas por el árbitro Pablo Echavarría para mostrar tarjetas amarillas, generó frustración entre los aficionados que esperaban más de este duelo.
Sorprendentemente, incluso Ignacio Malcorra, que se encontraba en el banquillo de Rosario Central, recibió una amonestación por protestar decisiones arbitrales.
Las pocas jugadas que podrían reseñarse como riesgosas fueron escasas. Un tiro libre ejecutado por Vicente Taborda desde una considerable distancia no representó un desafío para Broun, quien lo controló sin problemas. Igualmente, una última acción defensiva del jugador Carlos Quintana que bloqueó un tiro de Nicolás Orsini fue lo más destacado en cuanto a jugadas de riesgo.
El resultado final mantuvo la presión sobre Rosario Central, mientras Platense se aferra a su oportunidad de avanzar a la siguiente fase, aunque aún no se asegura completamente su clasificación.
En esta fase del torneo, el contexto y la situación de cada equipo son esenciales, y Rosario Central deberá replantearse su estrategia si desea recuperar el liderazgo y aspirar a hacer un buen papel en los octavos de final.