El equipo de Marcelo Gallardo perdió por tercera vez consecutiva en la Liga Profesional tras caer ante Rosario Central en un partido marcado por decisiones arbitrales polémicas y errores defensivos, dejando al conjunto millonario en una posición complicada en la tabla de cara a sus aspiraciones en el torneo y en la clasificación anual.

En una jornada cargada de emociones y polémicas, River Plate volvió a perder en el Torneo Clausura tras caer en su visita a Rosario Central en el Estadio Gigante de Arroyito.

La derrota, que fue la tercera consecutiva en la máxima categoría del fútbol argentino, deja al equipo de Marcelo Gallardo en una posición cada vez más precaria, además de seguir sin encontrar regularidad en el certamen.

El encuentro fue intenso desde el inicio, con un Rosario Central que buscaba aprovechar su localía y una mayor motivación tras su reciente victoria en la Copa Argentina.

La noche estuvo marcada por un desempeño destacado de Ángel Di María, quien volvió a demostrar por qué es considerado uno de los mejores futbolistas argentinos de su generación, conduciendo a su equipo con talento y liderazgo.

El partido también quedó marcado por decisiones arbitrales controvertidas. Yael Falcón Pérez, el árbitro del encuentro, protagonizó altas y bajas que afectaron el desarrollo del juego, desplegando un total de ocho tarjetas amarillas, de las cuales dos fueron para un mismo jugador visitante, lo que le valió la expulsión.

En contraste, Rosario Central solamente recibió dos tarjetas amarillas. La polémica se agudizó cuando el VAR revisó una clara situación que terminó anulando un gol a favor de River, debido a que en la jugada la pelota fue tocada por Colidio, quien estaba en línea de gol, en un movimiento que se vio claramente en las repeticiones.

En el arranque del encuentro, River mostró un buen nivel y logró abrir el marcador con un gol de Miguel Borja, quien aprovechó un pase de Juanfer Quintero para rematar con precisión y romper la racha sin festejos.

Sin embargo, esa alegría fue efímera, ya que el local respondió rápidamente con un empate a través de Ibarra, en una jugada de errores defensivos del equipo visitante.

La situación se complicó aún más para River tras la expulsión de Portillo, quien en un acto de ingenuidad agarró del cuello a Di María en una falta que terminó siendo sancionada con tarjeta roja.

Desde ese momento, el equipo de Gallardo sufrió para mantener la estructura y defender la ventaja, con el técnico haciendo cambios para reordenar el esquema táctico, pero sin conseguir ese equilibrio necesario.

Di María fue pieza clave en la segunda parte, dejando en evidencia toda su calidad técnica y visión de juego. En una jugada de fantasía, asistió a Montiel y a Véliz, quienes generaron varias aproximaciones peligrosas al arco de Armani. Finalmente, fue Nacho Malcorra quien concretó una brillante jugada individual para poner a Rosario Central en ventaja con un remate colocado que dejó sin chances al arquero argentino.

A pesar de los esfuerzos por igualar las acciones, River no logró concretar las ocasiones que generó con centros y jugadas pensadas para aprovechar la velocidad de sus atacantes.

La defensa del equipo millonario sufrió en los minutos finales, dejando correr los tiempos y exponiéndose a un contragolpe que pudo haber aumentado la diferencia.

Rosario Central, por su parte, se mostró sólido y aprovechó cada error rival para celebrar un triunfo ajustado.

Con este resultado, River quedó en una posición comprometida en la tabla, alejado de sus principales competidores y con la necesidad urgente de revertir su situación si quiere aspirar a una clasificación a los torneos internacionales y mejorar su posición en la clasificación anual.

Además, el equipo continúa enfrentando incertidumbres en cuanto a su nivel defensivo y la toma de decisiones en momentos clave, aspectos que deberá trabajar en las próximas semanas.

Históricamente, River Plate es uno de los clubes más grandes y exitosos de Argentina, con una tradición que remonta a principios del siglo XX y numerosos campeonatos nacionales e internacionales.

Sin embargo, en los últimos años ha tenido altibajos, y esta serie de derrotas pone sobre la mesa la necesidad de analizar profundamente el rendimiento del plantel y las decisiones tácticas de su cuerpo técnico.

Por otro lado, Rosario Central extendió su racha de buenos resultados en el torneo, aprovechando también sus puntos fuertes como la localía y el buen rendimiento de sus jugadores clave.

La afición canalla celebró con entusiasmo la victoria, que los coloca en una posición de privilegio en la tabla de posiciones, motivados por el buen fútbol desplegado y la entrega del equipo.

En conclusión, el fútbol argentino continúa demostrando ser impredecible y apasionante, con partidos que dejan lecciones y reflexiones para todos los protagonistas.

La situación actual de River requiere una rápida recuperación para evitar mayores complicaciones en un torneo que cada vez presenta más igualdad y competencia.