El equipo de River Plate atraviesa momentos complicados tras una serie de derrotas y bajas, enfrentando un escenario incierto para sus próximas jornadas en Argentina y la Copa Libertadores. La alineación del domingo en Vélez será clave para las aspiraciones del club.

Desde hace más de dos meses, River Plate enfrenta una profunda crisis futbolística que ha puesto en jaque sus aspiraciones deportivas. Los resultados adversos y las lesiones han generado un escenario complicado para el equipo dirigido por Marcelo Gallardo, quien ahora debe afrontar una situación en la que cada partido puede marcar el destino del club en esta temporada.

Luego de la derrota contundente por 2-0 en el Superclásico frente a Boca Juniors en La Bombonera, las dudas sobre la recuperación del equipo aumentaron.

La imagen del conjunto millonario, especialmente en el segundo tiempo del encuentro, dejó muchas interrogantes entre los hinchas y la dirigencia. La derrota no solo impactó en el ránking del torneo local, sino que también puso en riesgo la clasificación a la próxima etapa de la Copa Libertadores, además de amenazar la presencia en los playoffs del torneo de Argentina.

El compromiso del próximo domingo ante Vélez Sarsfield en el estadio José Amalfitani será fundamental para las aspiraciones de River. Sin embargo, la lista de bajas y suspensiones complica el panorama. El técnico Gallardo no podrá contar con Lucas Martínez Quarta y Marcos Acuña, ambos suspendidos tras acumular cinco tarjetas amarillas. Además, Kevin Castaño y Matías Galarza están en proceso de recuperación tras participar con sus selecciones nacionales durante la última fecha FIFA, y Facundo Colidio continúa con molestias físicas.

La lesión más severa fue la cirugía de Maxi Meza, quien fue operado por una avulsión del tendón rotuliano de su rodilla izquierda y estará fuera de las canchas por entre 3 y 4 meses, una baja significativa en su plantel.

La reconfiguración del equipo será esencial, y el entrenador debe idear un once diferente para encarar el partido. En la defensa, es probable que Milton Casco ocupe el lateral izquierdo en reemplazo de Acuña, mientras que en la línea central, una incógnita se abre alrededor de quién formará pareja con Paulo Díaz.

Algunos especulan que Juan Portillo podría retroceder a esa posición, en lugar de dejar a Lautaro Rivero, que normalmente actúa en el mediocampo, al centro de la zaga.

Por otro lado, Gonzalo Montiel jugaría como lateral derecho. La incógnita mayor está en quién reemplazará a Castaño en la zona media del campo; podría volver Enzo Pérez, quien no disputa un partido desde el 24 de septiembre en la Copa Libertadores, aunque actualmente se encuentra por detrás en la consideración del técnico en cuanto a la titularidad.

La presencia en el medio campo de Giuliano Galoppo y Juanfer Quintero parece segura, pero la inclusión de Nacho Fernández o incluso de algunos juveniles como Cristian Jaime, Santiago Lencina o Ian Subiabre, depende de la estrategia que el cuerpo técnico defina en las próximas horas.

Durante la reunión con la dirigencia, el presidente de River, Stefano Di Carlo, reafirmó su apoyo al cuerpo técnico y acudió al RiverCamp de Ezeiza para mantener reuniones con Gallardo y el equipo técnico.

La intención de la dirigencia es planificar con miras al próximo año, incluyendo aspectos como la pretemporada, posibles salidas y refuerzos, tras la reciente firma de renovación del contrato del entrenador, considerado el más exitoso en la historia del club.

La situación de River Plate, marcada por lesiones, suspensiones y resultados negativos, recuerda a otros momentos históricos en los que la institución supo sobreponerse a la adversidad.

Sin embargo, la diferencia ahora radica en la magnitud del momento y en la necesidad de que el equipo ofrezca una respuesta inmediata y convincente en la cancha.

La afición espera que, con esfuerzo y unidad, puedan revertir el presente y retomar el camino de las victorias en busca de recuperar su lugar en la élite del fútbol sudamericano.