El equipo de Marcelo Gallardo se prepara para una intensa agenda en agosto, con seis encuentros clave en un período de 22 días, que determinarán su futura participación en varias competencias internacionales y locales.

River Plate inicia en agosto una fase crucial de su calendario deportivo, enfrentándose a una serie de seis partidos en un lapso de 22 días, en un esfuerzo por consolidar su rendimiento en diferentes torneos en el segundo semestre de 2025.

La acumulación de encuentros será intensa, y si se confirma, podría añadirse un compromiso adicional en la Copa Argentina contra Unión, programado para principios de septiembre.

Este período será determinante para las aspiraciones del Millonario, que busca mantener su competitividad tanto en la liga argentina como en la Copa Libertadores.

Marcelo Gallardo, técnico del equipo, tiene la importante tarea de gestionar la rotación de jugadores y recuperar a los titulares lesionados para afrontar con éxito cada desafío.

El primer reto será el clásico del sábado contra Independiente en Avellaneda, un partido que, aunque no suele definir la posición en la tabla, siempre es de máxima tensión y atractivo para ambos clubes, que viven momentos diferentes pero mantienen una rivalidad histórica.

Para Gallardo, este encuentro será una excelente oportunidad para evaluar el estado del equipo ante una prueba de alta exigencia, en vista del importantísimo cotejo del jueves siguiente en Paraguay, contra Libertad, en los octavos de final de la Copa Libertadores.

El compromiso ante Libertad, que será a domicilio, se presenta como uno de los objetivos principales del semestre. La estrategia del cuerpo técnico será quizás mantener el mismo once que ha venido jugando, aunque no se descarta que puedan realizar cambios, como la posible inclusión de Giuliano Galoppo en lugar de Kevin Castaño, o ajustes en la ofensiva con la posible vuelta de Santiago Lencina.

En ese contexto, River enfrentará también a Godoy Cruz en su cancha el domingo 17 de agosto, donde se reservará a varios jugadores para la revancha copera.

La doble competencia obliga a un manejo cuidadoso de cargas: en tanto, el equipo se prepara en la cancha y en el gimnasio para mantener la forma física óptima.

Para los partidos consecutivos que seguirán frente a Lanús y San Martín de San Juan, en condición de visitante, se prevé que Gallardo pueda disponer de la mejor plantilla posible, recuperando a futbolistas importantes como Juan Portillo, quien ya tiene el alta médica, y aguardando la recuperación de Sebastián Driussi, que llegará en los próximos días.

Además, en silencio y sin pausa, se trabaja en la recuperación de Maximiliano Salas, que sufrió un esguince de rodilla en julio y cuyo regreso a las canchas podría darse en el partido ante Godoy Cruz, o bien en el encuentro contra Libertad.

El delantero Miguel Borja, que busca romper una sequía goleadora desde hace 9 partidos, será la referencia en la ofensiva, especialmente en el clásico contra Independiente, donde buscará anotar por primera vez desde hace varias jornadas.

En cuanto al rendimiento defensivo, River ha sido uno de los equipos que más le ha marcado a los equipos rivales en 2025, con un total de 15 goles en diferentes competencias.

La agenda se extenderá posiblemente más allá de finales de agosto si se confirma un duelo ante Unión en los primeros días de septiembre, en medio de la ventana FIFA.

Esto convertirá a agosto en un mes verdaderamente decisivo para River, que deberá demostrar si tiene la solidez y el juego necesario para mantenerse en la pelea en todas las competiciones.

Por otro lado, no todos los futbolistas que estaban en la nómina de Gallardo continúan entrenándose con el plantel principal. César Araújo, Matías Kranevitter, Manuel Lanzini y Matías Rojas entrenan en horarios diferentes y utilizan las instalaciones del RiverCamp en Ezeiza para mantener la forma, aunque ya no forman parte de la plantilla de cara a los próximos compromisos.

Santiago Simón, en cambio, continúa entrenándose normalmente, mientras la dirigencia negocia su posible traspaso al Toluca de México, una venta que generaría aproximadamente 3 millones de dólares por el 50% del pase, en busca de equilibrar las finanzas del club y seguir potenciando el plantel.

En definitiva, el mes de agosto será un período de valles y picos para River Plate, donde la respuesta en el campo y la capacidad de adaptación del equipo de Gallardo serán clave para definir su paso en las diferentes competencias.

La historia del club y su tradición de superación en momentos de dificultad marcan el camino del equipo en esta etapa decisiva del año.