El equipo de River Plate llega a un importante compromiso contra Vélez en un contexto de múltiples bajas, lo que obliga a un rearmado del plantel y pone en duda la presencia de algunos titulares, afectando sus aspiraciones en el torneo y en la clasificación internacional.

River Plate enfrenta uno de los momentos más complejos de la temporada, ya que todavía no ha asegurado su lugar en los playoffs del torneo de Clausura y mantiene en duda su clasificación para la próxima edición de la Copa Libertadores, dependiendo en gran medida de su desempeño en la tabla anual.

La situación se ve agravada por una serie de lesiones y sanciones que afectan la totalidad de su plantel en un momento crucial del campeonato.

El próximo domingo, los dirigidos por Marcelo Gallardo tendrán una prueba de fuego en su visita a Vélez Sarsfield en el estadio José Amalfitani. La escasez de jugadores disponibles ha llevado a que el técnico tenga que buscar soluciones en los juveniles y en jugadores que aún no tenían tanta continuidad en el equipo principal.

La lesión de Gonzalo Montiel, que sufrió un esquince de rodilla, lo ha dejado en duda para este encuentro, después de llegar justo al Superclásico.

Si no puede jugar, Fabricio Bustos asumirá la banda derecha, lo que obligará a rearmar casi por completo el sistema defensivo.

Las bajas en la defensa son varias. Lucas Martínez Quarta y Marcos Acuña también están suspendidos por acumulación de tarjetas amarillas, y solo Lautaro Rivero de los titulares habituales está disponible para afrontar el compromiso.

Además, Paulo Díaz, que había quedado en el banquillo en los partidos recientes, podría volver a ser incluido en la alineación inicial a pesar de su floja actuación en la Bombonera.

La urgencia puede forzar al técnico a confiar en él nuevamente.

Por otro lado, Enzo Pérez, que no juega desde hace casi dos meses por una lesión en la rodilla, podría tener una oportunidad por la falta de alternativas en el mediocampo, aunque actualmente no cuenta con la confianza del entrenador.

La estrategia de Gallardo también contempla incluir a un juvenil en el banco para reforzar las opciones defensivas. Se trata de Agustín Obregón, un volante de la Reserva que suele actuar como lateral derecho, y que en las últimas semanas ha sido probado en esa posición en el plantel superior.

Obregón, hermanastro de Brian Romero, no es el único juvenil que podría tener minutos en este partido. Thiago Acosta, que ya sumó experiencia en el campeonato tras ingresar en partidos contra Atlético Tucumán y Sarmiento, es otra de las cartas que Gallardo puede utilizar, dado el contexto de ausencias por la fecha FIFA de octubre.

El resto de los jóvenes que han estado en convocatoria en la Reserva, como Ian Subiabre y otros, no estarán disponibles para el encuentro contra Vélez.

La situación se complica aún más por la ausencia de varios titulares en el partido del jueves pasado en la Reserva, quienes jugaron en los octavos de final del torneo contra Tigre.

Entre ellos están Lucas Martínez Quarta, Marcos Acuña, Kevin Castaño, convocado por Colombia, y Matías Galarza, llamado por Paraguay, además de Maxi Meza, que se recupera de una operación en la rodilla izquierda.

La baja de Facundo Colidio, que continúa en recuperación de un desgarro, deja a Gallardo con menos opciones en algunos sectores del campo.

En vista de este escenario, el técnico deberá no solo reconstruir el once inicial, sino también preparar un banco de suplentes con jugadores que no estaban en sus planes iniciales, lo que refleja la dificultad para mantener un equipo competitivo en un momento decisivo de la temporada.

La combinación de lesiones, suspensiones y convocatorias internacionales ha puesto a River en un desafío importante, donde el rendimiento en Vélez puede definir gran parte de sus aspiraciones futuras tanto en el torneo local como en las copas internacionales.