El delantero de River Plate, Maximiliano Salas, fue la figura del encuentro que enfrentó a River y Racing en el Gigante de Arroyito, en una jornada cargada de tensión y emoción. Su gol y su actitud marcaron la diferencia en un partido que quedó en la memoria de los hinchas.
El estadio Gigante de Arroyito vibró con un duelo intenso entre River Plate y Racing, en un encuentro que quedó marcado por la tensión y el nivel futbolístico.
El partido, que se disputó en medio de un ambiente cargado y con una gran expectativa por los antecedentes de ambos equipos, culminó con la victoria del Millonario, siendo Maximiliano Salas la figura central del encuentro.
Este enfrentamiento, que era esperado por los aficionados del fútbol argentino, adquirió un carácter especial debido a la historia reciente de Salas y su polémico pase desde Racing a River.
A los 5 minutos del inicio, Salas abrió el marcador con un remate precisa que dejó sin opciones al arquero de Racing, en una jugada que comenzó con un cambio de frente de Juanfer Quintero, seguido de una descarga correcta de Facundo Colidio y un pase filtrado de Marcos Acuña a Salas, quien definió con su pierna zurda para poner a River en ventaja.
El gol no solo fue crucial para el resultado, sino también para devolverle confianza al equipo de Marcelo Gallardo, que venía atravesando un momento de dificultades.
La reacción de Salas fue sobria: no celebró efusivamente el tanto, demostrando respeto y caballerosidad, a pesar de las circunstancias y de la tensión que rodeaba el encuentro.
Maxi Salas, de 27 años, no solo llevó la responsabilidad de marcar, sino que también tuvo que lidiar con la presión mediática y la carga emocional de su salida polémica de Racing, donde fue una figura destacada y llenó de éxitos su paso por el club, incluyendo la conquista de la Sudamericana y la Recopa.
La transferencia, que implicó una cláusula de rescisión de aproximadamente 7 millones de euros, generó un conflicto entre ambos clubes, pero el delantero prefirió mantener el foco en el campo.
Durante el partido, la violencia estalló en algunos sectores debido a incidentes como bengalas y peleas entre hinchas, que obligaron a una fuerte intervención de las fuerzas de seguridad.
La tensión también quedó plasmada en la forma en que los jugadores de Racing reaccionaron tras perder, con incidentes en el minuto final, incluyendo escupidas y enfrentamientos verbales.
Salas fue a saludar a sus ex compañeros en tiempo de descuento antes de abandonar el campo con una ovación de los hinchas de River, mientras que en la otra área, la hinchada de Racing mostraba su disconformidad.
El partido, que se prolongó más allá de los 90 minutos por la suspensión temporal causada por las bengalas, tuvo momentos de alta intensidad. Marcos Acuña, quien también jugó para Racing anteriormente, fue uno de los protagonistas en los incidentes, negándose a sacar un lateral en reclamo de las molestias del público local y participando en algunos forcejeos.
A pesar de la violencia, la victoria de River quedó sellada por la actuación destacada de Salas, quien además recibió gestos de respeto por parte de sus rivales, incluyendo agradecimientos a algunos dirigentes y a la hinchada que se mostró comprensiva en ciertos momentos.
Este resultado mantiene viva la expectativa en la Copa Argentina, donde ambos equipos buscarán avanzar más en el torneo. La figura de Salas, con su gol y su actitud serena, será recordada como uno de los aspectos destacados de esta jornada que dejó huellas en la historia del fútbol argentino, reafirmando su valor en un escenario que mostró tanto lo mejor como lo peor del deporte.