Mariano Barnao se ha consolidado como un pilar fundamental en las negociaciones de River Plate, jugando un papel clave junto al técnico Marcelo Gallardo y el presidente Jorge Brito.
El aspecto del mercado de fichajes de River Plate ha sido objeto de alabanzas en este comienzo de 2025, y dos figuras se destacan particularmente en este proceso: Marcelo Gallardo, el director técnico, y Jorge Brito, el presidente del club.
Sin embargo, hay una tercera persona que ha tenido un impacto significativo y menos visible: Mariano Barnao.
Originalmente asistente y secretario personal de Gallardo, Barnao ha asumido un rol casi de CEO en las negociaciones del equipo, facilitando las transacciones y la llegada de nuevos jugadores a la institución.
El presidente de River, Jorge Brito, ha elogiado abiertamente el trabajo de Barnao, quien ha estado involucrado de manera activa y decisiva, liderando muchas de las negociaciones necesarias para reforzar al plantel.
Con 45 años, Mariano Barnao se unió a River en 2015 tras un proceso de selección para el puesto de gerente de fútbol, donde demostró ser el candidato ideal.
Su trayectoria profesional incluye una licenciatura en Administración de Empresas en la Universidad del Sur de Virginia, un posgrado en Gestión, Administración y Derecho del Deporte en Uruguay, y un máster en Derecho y Economía del Deporte en la Universidad de Limoges, Francia.
Su recorrido educativo comenzó en Argentina, pero posteriormente se trasladó a Estados Unidos, no solo para continuar sus estudios, sino también para jugar al fútbol en equipos universitarios.
En cuanto a su experiencia laboral, Barnao inició su carrera en GolTV, donde desempeñó varias funciones en el ámbito del marketing y la programación, lo que le permitió adquirir un gran conocimiento del funcionamiento del negocio futbolístico.
A su llegada a River, Barnao rápidamente impresionó a Gallardo, quien no lo conocía previamente.
Su habilidad para gestionar negociaciones, por ejemplo, durante la prórroga de contratos de jugadores, lo llevó a convertirse en una pieza clave en el cuerpo técnico, asumiendo un rol que, aunque no formal, le otorgó un estatus de 'director deportivo'. Su relación de confianza con Gallardo se ha fortalecido tanto que lo acompañó en su experiencia en el club árabe Al-Ittihad.
Más allá de su papel en el mercado de fichajes, su futuro parecía brillar cuando se le ofreció la oportunidad de llevar el modelo de River a Barcelona en Ecuador como director deportivo.
Desafortunadamente, situaciones institucionales en el club ecuatoriano impidieron que este proyecto se concretara.
Sin dejarse desanimar, Barnao continuó su camino junto a Gallardo, apoyándolo durante su regreso a River para formar parte de su segundo ciclo al mando.
Con Barnao en el equipo, River Plate ha podido planificar de manera efectiva la llegada de refuerzos destacados, lo que ha sido fundamental para mantener la competitividad del club en el fútbol argentino e internacional.
A medida que avanza este año, las expectativas sobre el rendimiento del equipo y la capacidad de Barnao para seguir construyendo un plantel competitivo son altas, y todos los ojos estarán puestos en su labor en este mercado de pases.