El entrenador Gustavo Costas manifestó su profundo dolor tras la eliminación de Racing en las semifinales de la Copa Libertadores, admitiendo que no quería participar pero que debía pagar la multa por su presencia. La derrota ante Flamengo en el Estadio Cilindro dejó una huella emocional en el técnico y en la afición.
El pasado 30 de octubre de 2025, el entrenador de Racing Club, Gustavo Costas, ofreció unas palabras cargadas de sentimientos en la conferencia de prensa tras la eliminación del equipo en las semifinales de la Copa Libertadores.
Con un tono entre triste y resignado, Costas declaró: "No tenía ganas de venir, pero si no lo hacía, tenía que pagar la multa", refiriéndose a su presencia en la rueda de prensa y en el torneo en general.
Estas palabras reflejan la decepción y el agotamiento emocional que vivió el técnico tras el duro revés.
La serie contra Flamengo fue muy pareja, y a pesar de los esfuerzos del equipo argentino, el marcador final en la revancha fue un empate 0-0, que dejó a los de Avellaneda fuera de la final.
La historia de la participación de Racing en este torneo ha sido marcada por sentimientos encontrados, con momentos de esperanza y desilusión. La derrota fue especialmente dura porque el enfrentamiento se resolvió en los detalles y la falta de concreción en las oportunidades generadas.
Gustavo Costas, que en el pasado reciente ha conquistado títulos en diferentes países sudamericanos, expresó su tristeza por no poder avanzar más lejos.
"Parecía que íbamos a lograrlo y no pudimos. Lo lamento mucho por la gente, que siempre estuvo apoyándonos. Ahora todo es tristeza, pero ya hay que pensar en seguir adelante", afirmó. El técnico destacó la entrega de sus jugadores, quienes se entregaron al máximo en cada partido, incluso jugando con fiebre o lesiones, y valoró el apoyo de la hinchada, que siempre los acompañó.
Recordando su trayectoria, Costas señaló que su paso por Racing dejó momentos memorables, como las dos Copas internacionales que el club conquistó en el pasado, pero también reconoció que la ambición era ganar la Libertadores, un título que todavía no ha llegado a manos argentinas desde hace más de una década.
Por su parte, Marcos Rojo, uno de los futbolistas destacados en la serie, también expresó su pesar por la eliminación. "Pensábamos llegar a Lima y lograr la final, pero no se pudo. La oportunidad de Luciano Vietto en la última jugada fue muy clara, y lamentablemente no entró. De todas formas, hicimos un buen trabajo y demostrábamos que podíamos competir con cualquiera", comentó. Rojo lamentó las oportunidades falladas y resaltó la figura de su arquero, Agustín Rossi, quien tuvo una actuación destacada, evitando goles importantes y manteniendo viva la esperanza del equipo.
Sobre la jugada que cambió el destino del partido, Rojo hizo referencia a una expulsión polémica. En un forcejeo con Gonzalo Plata, el capitán de Racing también vio la tarjeta roja, aunque gracias al VAR, dicha decisión fue revisada y finalmente no se le mostró la segunda amarilla.
La jugada se asemejó a una lesión que Costas sufrió en el partido de ida, en la que Santiago Sosa resultó gravemente lesionado, una circunstancia que el técnico consideró lamentable y expresó su deseo de que el mediocampista pueda recuperarse pronto.
Finalmente, Facundo Cambeses, arquero titular de Racing y considerado uno de los mejores en su posición durante la competición, agradeció el apoyo de los hinchas.
"Queremos agradecerles por acompañarnos en toda la Libertadores. La forma en que nos despidieron en Avellaneda fue muy emotiva, y eso nos llena de orgullo. Nos vamos con tristeza, pero con la cabeza bien alta, sabiendo que dimos todo en cada partido", afirmó. La eliminación dejó un sabor amargo, pero también sirvió para fortalecer los lazos entre jugadores y seguidores.
Estos hechos acontecen en un contexto donde el fútbol sudamericano continúa siendo escenario de emociones extremas y desilusiones, pero también de sueños y esperanza.
La historia reciente de la Copa Libertadores ha visto a equipos históricos buscar el título, como Boca Juniors, River Plate y otros clubes argentinos, que en los últimos años han tenido altibajos en su participación continental.
La expectativa por un campeón argentino que rompa la hegemonía de clubes brasileños y peruanos sigue vigente, alimentando la pasión de millones de hinchas en toda la región.
A pesar de la derrota, Racing y sus jugadores mantienen la frente en alto, con la ilusión de volver más fuertes en futuras ediciones. Mientras tanto, la afición continúa apoyando, mostrando que en el fútbol la pasión nunca muere, y que cada derrota es solo un paso más en el camino hacia la gloria.