El pequeño pero poderoso emirato de Qatar continúa expandiendo su influencia en el mundo del deporte, tras el éxito del Mundial Sub 17 y la posible organización de la Finalissima en 2024, consolidando su papel como sede de grandes eventos internacionales.
Qatar sigue posicionándose como uno de los países más dinámicos en el ámbito deportivo y del turismo internacional. Durante 2022, el país anfitrión del Mundial de Fútbol logró atraer a aproximadamente 1,2 millones de visitantes, lo que representó un récord para la nación en términos de turismo.
Este éxito, que consolidó su infraestructura y capacidades logísticas, ha permitido que Qatar proyecte una imagen de potencia en eventos deportivos de gran escala.
El Mundial Sub 17, disputado en las instalaciones modernas de la Academia Aspire, fue un ejemplo de ello. Este complejo se convirtió en el corazón del torneo, ofreciendo capacidad para albergar simultáneamente hasta ocho partidos, en una especie de prueba piloto de lo que será la futura Copa del Mundo con 48 selecciones, prevista para 2026.
La infraestructura creada para este evento evidenció el compromiso del país con el deporte y su visión a largo plazo, con financiamiento estimado en una inversión de aproximadamente 520 millones de euros.
El crecimiento del sector turístico y deportivo en Qatar no solo se limita al fútbol; el país tiene en marcha una estrategia diversificada que incluye múltiples competencias internacionales.
La organización de eventos como la Copa Intercontinental y la Copa Árabe, así como el desarrollo de nuevas infraestructuras de transportes y estadios, ha sido reconocida a nivel mundial.
Además, Qatar está formulando su candidatura para albergar los Juegos Olímpicos de 2036, buscando ampliar su presencia en el escenario olímpico mundial.
Uno de los grandes motores de esta estrategia es Jassim Al Jassim, máximo responsable del comité organizador de eventos deportivos. En una entrevista reciente, Al Jassim explicó que la idea de traer la final de la Finalissima a Qatar no está confirmada, pero que las negociaciones están en marcha.
La Finalissima enfrentará en marzo del próximo año al campeón de América contra el campeón de Europa, en un encuentro que podría jugarse en Doha.
Este evento sería un reflejo claro del interés de la región en copar los focos del fútbol internacional.
Qatar tiene además una historia consolidada en la organización de eventos deportivos. Desde la culminación del Mundial en 2022, que dejó un legado duradero en infraestructura y cultura deportiva, el país ha sabido capitalizar su éxito para atraer más convenciones y eventos internacionales.
La visión de Qatar es claro: convertirse en un hub deportivo que atraiga a turistas y atletas, generando además una importante circulación económica.
Con inversiones de alrededor de 470 millones de euros en diversas instalaciones y proyectos, la nación continúa con paso firme en su objetivo de ser un referente en eventos deportivos mundiales.
En ese contexto, la posible organización de la Finalissima en Qatar sería otro paso en su estrategia de posicionamiento internacional y de impulso económico, aprovechando su infraestructura y experiencia en grandes eventos.
La combinacion del turismo deportivo, la inversión en infraestructura y la proyección internacional convierten a Qatar en un ejemplo de cómo un país pequeño puede tener un impacto global significativo en el deporte mundial.
La apuesta por el deporte y el turismo sigue siendo uno de los pilares clave para el crecimiento económico y social del país en los próximos años.