A pesar de un acuerdo de alto el fuego, incidentes en la frontera entre India y Pakistán amenazan la estabilidad regional, con explosiones y ataques con drones que incrementan la tensión entre ambos países.

El 10 de mayo de 2025, la frontera entre India y Pakistán volvió a ser escenario de tensiones y enfrentamientos, a pesar de que en horas recientes ambas naciones habían anunciado un acuerdo de alto el fuego.

Sin embargo, horas después del anuncio, se registraron múltiples explosiones en la Línea de Control (LoC) y en la frontera internacional, junto con ataques con drones paquistaníes en regiones sensibles como Jammu y Cachemira, Punjab y Rajasthan.

La situación fue confirmada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de India, cuyo secretario Vikram Misri afirmó que Pakistán había violado el acuerdo de cese al fuego.

El incidente generó preocupación internacional, ya que en días previos, ambos países habían acordado detener cualquier tipo de hostilidades. La víspera, los Directores Generales de Operaciones Militares (DGMOs) de ambos países habían pactado cesar las acciones militares en tierra, aire y mar, en un esfuerzo por reducir la tensión y buscar una solución diplomática al conflicto.

Además, el ministro de Asuntos Exteriores de India, Dr. S. Jaishankar, afirmó que su país mantenía una postura firme contra el terrorismo y que continuaría defendiendo sus intereses.

No obstante, en la tarde del mismo día, estallaron explosiones en Srinagar, causando un estado de alerta roja y apagones generalizados en toda la región de Jammu y Cachemira.

La situación se agravó aún más cuando las fuerzas de defensa aérea india interceptaron y derribaron varios drones paquistaníes en lugares como Pokhran, en Rajasthan, y Baramulla, en Kashmir, evidenciando una escalada en el uso de tecnología militar no convencional.

Este incremento en la tensión no es casual, pues los antecedentes recientes muestran una escalada de enfrentamientos tras el atentado terrorista en Pahalgam, ocurrido el 22 de abril pasado, que dejó 26 víctimas, en su mayoría turistas.

Como respuesta, India lanzó la operación Sindoor el 7 de mayo, atacando nueve bases terroristas situadas en territorio paquistaní, en una acción que fue calificada como una respuesta contundente a la violencia.

El conflicto entre ambos países tiene raíces profundas que se remontan a la partición de la India en 1947, la cual generó una de las mayores migraciones forzadas en la historia, y marcó el inicio de una serie de disputas territoriales, especialmente en la región de Cachemira.

Desde entonces, las tensiones han sido constantes, con episodios de escalada militar y esfuerzos diplomáticos que, en ocasiones, logran reducir la tensión temporalmente.

Expertos en relaciones internacionales advierten que la situación en la frontera entre India y Pakistán sigue siendo muy delicada y que cualquier incidente puede desatar una escalada mayor, incluso un conflicto armado a gran escala.

La comunidad internacional ha llamado a la calma y a la búsqueda de soluciones pacíficas, pero la realidad en el terreno indica que la paz sigue siendo una meta lejana en medio de una historia marcada por la desconfianza y los enfrentamientos recurrentes.