Un análisis sobre las implicaciones políticas y deportivas del enfrentamiento entre India y Pakistán en la Copa Asiática 2025, y las decisiones que enfrenta la nación en medio de la tensión regional.

Mumbai, 14 de septiembre de 2025 – En medio de la creciente tensión diplomática y la controversia pública, el exjugador de críquet Atul Wassan expresó su opinión acerca del enfrentamiento programado entre India y Pakistán en la Copa Asiática 2025, que se disputará en Dubai.

Wassan calificó este duelo como un 'mal necesario', sugiriendo que, aunque controvertido, su participación tiene implicaciones que van más allá del deporte.

Desde hace décadas, la relación entre India y Pakistán ha estado marcada por disputas políticas, conflictos militares y tensiones fronterizas. Sin embargo, en el ámbito deportivo, especialmente en el críquet, estos enfrentamientos siempre han generado una mezcla de expectación y controversia.

La supuesta influencia de los aspectos políticos en los eventos deportivos no es nueva. Además, la historia reciente ha visto cómo incidentes como ataques terroristas en Jammu y Cachemira han intensificado el rechazo de la población india hacia los partidos contra Pakistán.

Supuestamente, la decisión de permitir que los atletas indios compitan en eventos internacionales que involucren a Pakistán responde a una política de apertura y normalización por parte del gobierno indio, que busca mantener la participación en escenarios globales.

No obstante, India continúa absteniéndose de participar en competencias bilaterales en territorio paquistaní, en un intento por equilibrar la diplomacia deportiva con la seguridad nacional.

Wassan, que fue parte del equipo nacional en los años 90, argumentó que la participación en estos partidos tiene un valor estratégico. Según sus palabras, 'si India no juega contra Pakistán, el cricket paquistaní y su estructura podrían colapsar, ya que dependen de estos encuentros para sobrevivir'.

Aunque expresó que no comparte la necesidad de enfrentarse a Pakistán en todas las circunstancias, reconoció que la realidad política obliga a aceptar estos compromisos.

El exjugador también se refirió al impacto que estas decisiones tienen en la imagen internacional de India, especialmente en el contexto de la posible organización de los Juegos Olímpicos de 2036.

Supuestamente, la participación en eventos globales con países con los que existe tensión puede ser vista como una muestra de apertura y diálogo, aunque a nivel interno existen voces que piden un distanciamiento total.

La controversia no solo se limita a las decisiones políticas, sino también a la conducta de los jugadores durante los partidos. Tras la conferencia de prensa del martes en Dubai, el capitán de T20 de India, Suryakumar Yadav, fue criticado por su interacción con el capitán pakistaní Salman Agha y el presidente del consejo de críquet de Pakistán, Mohsin Naqvi, quien además ocupa un cargo en el gobierno paquistaní.

Supuestamente, Wassan aconseja a los jugadores que eviten cualquier gesto de cordialidad o saludo con sus contrincantes, argumentando que deben centrarse en su trabajo sin mostrar amabilidad.

'Simplemente hagan su labor, no sonrían, no estrechen manos, ni aplaudan. Es una obligación y una estrategia', afirmó.

En cuanto al pronóstico deportivo, Wassan se mostró confiado en la superioridad de la selección india, incluso si presenta una alineación secundaria.

'Nuestro nivel es muy superior. Aunque en T20 cualquier cosa puede pasar, la realidad es que India tiene una de las plantillas más profundas del mundo. Pakistán no está en nuestro nivel en términos de calidad y ecosistema', concluyó.

Históricamente, esta rivalidad ha sido uno de los eventos más seguidos en el críquet internacional, generando una audiencia millonaria y una tensión que trasciende el deporte.

La historia también recuerda que, en 2007, la tensión política llevó a la suspensión de estos encuentros en algunos momentos, pero la rivalidad siempre ha prevalecido como un símbolo de la relación entre ambos países.

Supuestamente, la decisión de jugar o no contra Pakistán en la Copa Asiática será un reflejo de las políticas internas y externas de India. Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención cómo estos eventos deportivos continúan siendo un escenario donde se entrelazan la política, la diplomacia y el deporte.