El equipo de Avellaneda sumó un punto en su debut con Gustavo Quinteros como técnico, dejando una mejor cara en el clásico y mostrando avances en su rendimiento. Sin embargo, continúa en la última posición de la Zona B y sin clasificaciones a competiciones internacionales, en un inicio difícil de temporada.
El Club Atlético Independiente atraviesa un momento complicado en el Torneo Clausura, ya que todavía no ha logrado sumar una victoria en lo que va de la competencia.
Actualmente, se encuentra en la parte baja de la clasificación de la Zona B, lo que lo deja fuera de la posibilidad de acceder a la Copa Sudamericana 2026.
Un inicio de campeonato que ha generado preocupación en la hinchada y en la dirigencia, aún cuando nuevos cambios en el banco técnico ofrecen una esperanza de revertir la situación.
La llegada de Gustavo Quinteros a la dirección técnica marcó un cambio en la forma de jugar y en la actitud del equipo, que en su primer partido logró una sensación más positiva en el clásico de Avellaneda, uno de los encuentros más importantes del fútbol argentino.
Aunque aún sin obtener victorias, los jugadores mostraron mayor compromiso y una mejor organización, lo cual fue destacado por los propios protagonistas.
Luciano Cabral, uno de los referentes del equipo, comentó tras el encuentro: “Dimos otra imagen. Nos plantamos, no se perdió y el punto suma”, subrayando el esfuerzo colectivo y los avances respecto a partidos anteriores. Por su parte, Kevin Lomónaco resaltó la disposición del equipo: “No nos rendimos, seguimos luchando y eso se notó en la cancha”. Las palabras del nuevo entrenador también reflejaron esa misma línea de optimismo, aunque con cierto sabor a insatisfacción por no haber conseguido la victoria.
Gustavo Quinteros expresó: “A mi entender, esto es un empate con sabor a poco. Independiente tuvo las mejores situaciones para ganar, sobre todo en el área rival y en jugadas de mano a mano. No ligamos y al terminar el partido me quedé con la angustia de haber podido sumar los tres puntos”. El técnico también reconoció que la superioridad del equipo en el segundo tiempo fue notable, y que en ese período generaron varias ocasiones peligrosas.
El técnico paraguayo, que asumió el mando del equipo en un momento complicado, señaló que su grupo mostró una gran entrega y compromiso en cada partido, a pesar de la sequía de victorias.
“Desde lo anímico no hay nada que reprocharles, se comprometieron en cada jugada. En la segunda mitad, el rival no tuvo situaciones claras y generamos al menos tres o cuatro oportunidades muy claras. Eso marca un paso adelante y nos motiva a seguir mejorando”, afirmó.
Quinteros también habló sobre el aspecto mental, que en el fútbol es tan importante como lo táctico. “Confío plenamente en estos jugadores. Estoy convencido de que si conseguimos mejorar en la definición, los resultados llegarán. La fatiga mental es un factor que debemos afrontar, y nosotros estamos trabajando mucho en la motivación y en mantener la confianza”, comentó.
El arranque del ciclo de Quinteros, con un empate en su primer partido, ha permitido mantener intactas sus expectativas y la esperanza de que la mejoría tenga su reflejo en los próximos encuentros.
Mientras tanto, Independiente continúa buscando los puntos que le permitan escalar en la tabla y volver a los planos de clasificación a competencias internacionales, algo que no logra desde hace varias temporadas.
La campaña es larga y esta primera muestra del nuevo técnico, aunque aún sin victorias, deja abiertas las esperanzas de un mejor rendimiento en esta difícil temporada.