El club argentino Independiente vive un difícil momento tras la derrota contra Banfield, la renuncia de su director técnico y los problemas que enfrentan en la Copa Sudamericana, sumándose a resultados negativos en el torneo local.
Independiente experimentó un sábado particularmente negativo en el fútbol argentino y internacional. En el estadio Libertadores de América, cayó por 1-0 frente a Banfield en un partido marcado por el clima caldeado y la tensión en las gradas, donde los hinchas del club expresaron su descontento contra la Conmebol debido a un fallo que les impidió avanzar en la Copa Sudamericana.
La frustración del público se trasladó a la cancha y, al finalizar el encuentro, la dirigencia del equipo anunció la renuncia del director técnico Julio Vaccari.
El equipo rojo de Avellaneda se encuentra en una situación delicada en la tabla del Torneo Clausura, ocupando la última posición del grupo B con solo tres empates, cuatro derrotas y ninguna victoria en lo que va de la competencia.
La gestión de Vaccari, quien había llegado a mitad de 2024 con un pasado destacado en Defensa y Justicia, parecía ofrecer esperanzas tras una buena primera mitad de temporada.
En ese período, el técnico logró destacar a jugadores como Rodrigo Rey y Álvaro Angulo, además de potenciar a talentos como Felipe Loyola, Santiago Montiel y Kevin Lomónaco, este último seleccionado por Lionel Scaloni para integrar la selección argentina.
Bajo la conducción de Vaccari, Independiente alcanzó las semifinales de la Copa Sudamericana en 2023, una de las mejores actuaciones en años, tras eliminar a equipos importantes en su camino, incluyendo a la Universidad de Chile en los octavos de final.
Sin embargo, la baja de Angulo, que se marchó a Pumas en medio de cierta polémica, y los resultados posteriores, impactaron en el ánimo de la afición y en la presencia en el torneo local.
A pesar de que en el primer semestre del año, el equipo parecía consolidarse como uno de los favoritos, tras incorporar a jugadores como Facundo Zabala, Walter Mazzantti e Ignacio Pusetto, los resultados en la segunda mitad del año han sido desalentadores.
Tras el Mundial de Clubes, Independiente sufrió una caída significativa en su rendimiento, finalizando con una serie de nueve partidos sin ganar, con seis derrotas y tres empates consecutivos, lo que terminó por condenar la continuidad de Vaccari.
El escándalo mayor se produjo en la Copa Sudamericana, cuando en la serie de octavos de final contra Universidad de Chile el partido fue suspendido debido a graves incidentes provocados por la violencia de los hinchas, quienes arrojaron proyectiles hacia la parcialidad visitante.
La confederación sudamericana sancionó a Independiente con la descalificación, en medio de un clima de enojo y tensión que aún persiste entre la dirigencia y los aficionados.
Todo este contexto sumó presión sobre la gestión del presidente Néstor Grindetti, quien ha enfrentado las críticas de los hinchas, que exigen un cambio en la dirección del club para revertir la difícil situación deportiva y social en la que se encuentra Independiente.
La salida de Vaccari, tras un ciclo que aunque con buenos resultados en cifras globales, no logró sostenerse ante los últimos malos resultados y los conflictos internos, marca un momento de crisis que el club intentará superar en los próximos meses.