Rory McIlroy ha roto por fin la maldición que lo perseguía en el mundo del golf. Este domingo se consagró campeón del Masters de Augusta, poniendo fin a una larga espera de once años sin victorias en torneos de gran envergadura.

Con esta victoria, el golfista norirlandés completó el Grand Slam, al conseguir el único título que le faltaba en su prolífica carrera.

La jornada en Augusta no fue fácil para McIlroy. Todo parecía ir bien cuando el estadounidense Bryson DeChambeau, uno de sus competidores, tuvo un desempeño desastrozo en la cuarta ronda. Sin embargo, McIlroy se encontró con varias dudas que hicieron que la tensión aumentara, sobre todo cuando el inglés Justin Rose se acercó con un impresionante desempeño, finalizando con seis golpes debajo del par en la última ronda.

Con un putt de solo dos metros que podría haberle dado la victoria en la ronda regular, McIlroy falló y terminó haciendo bogey en el último hoyo después de un mal golpe desde un bunker.

La historia no terminaba allí, ya que debió enfrentar a Rose en un playoff que se llevó a cabo en el temido hoyo 18. En este desempate, McIlroy mostró una notable serenidad y logró jugar con una claridad impresionante. Con un putt de menos de un metro, selló su victoria y, con ello, su lugar en la historia del golf.

A sus 35 años, McIlroy se une a un grupo selecto de jugadores que han logrado completar el Grand Slam, un honor que ha estado reservado para leyendas como Jack Nicklaus, Tiger Woods y Ben Hogan.

El norirlandés comenzó su camino hacia este logro en 2011 al ganar el US Open. Luego, conquistó el PGA Championship en 2012 y 2014, así como el Abierto Británico en 2014. Todo lo que le faltaba era conquistar el emblemático Augusta National, un terreno que había sido escenario de varias decepciones.

Su mayor tristeza fue en 2011, donde lideró el torneo durante gran parte de la competencia, pero sufrió una serie de errores que lo relegaron a la quinquagésima posición.

Desde 2015, había luchado en diez ocasiones buscando el mismo objetivo, logrando su mejor resultado en 2022, donde fue subcampeón.

Además de la presión deportiva, la vida personal de McIlroy ha sido agitada. En 2014, sorprendió al romper su compromiso con la tenista danesa Caroline Wozniacki justo antes de su boda. Sin embargo, encontró un nuevo camino al casarse con Erica Stoll en 2017, con quien tuvo una hija en 2020. La lucha entre su vida profesional y personal pareció impactar su rendimiento, pero con su reciente victoria, parece que ha encontrado un equilibrio que lo ha llevado a la cima nuevamente.

Con este triunfo, McIlroy no solo celebra un éxito deportivo significativo, sino que también cierra un capítulo de sufrimiento y renacer en su vida, abriendo las puertas a una nueva era en su carrera.

Augusta, por fin, es su hogar.